CIUDAD

Compradores... y mucho curioso

En el primer día de la Plaza de Abastos provisional se cruzaron por sus pasillos los compradores habituales de productos frescos con los curiosos -numerosos- que querían conocer las características del recinto.

"Solo vengo a echar un vistazo", señalaba ayer a media mañana un vecino de la ciudad que observaba con curiosidad cada uno de los detalles y los puestos repartidos por el recinto, en el que junto a los establecimientos ya a pleno rendimiento -sobre todo los correspondientes a panaderías, venta de quesos y carnes- unía aquellos que todavía perfilaban detalles, desde la incorporación de mostradores o estantes hasta el apuntalamiento de los bidones de agua -uno de los problemas detectados por los placeros al ver en detalle el nuevo Mercado-.

La impresión generalizada es que "el recinto está más luminoso", aunque no son pocos los que señalan que "aún se puede comprar poco", en referencia a los escasos puestos todavía instalados dentro del nuevo espacio comercial.

Los placeros, por su parte, se muestran, en líneas generales, contentos con cómo ha quedado la plaza provisional. "Personalmente entiendo que ha quedado un espacio muy alegre, que creo que va a dar mucho ambiente de mercado, aunque hoy -por ayer- todavía no dice mucho porque estamos aún trasladando los puestos", señala Esperanza Santos, dueña de una pescadería. En cuanto a las deficiencias detectadas, señala que "antes para hacer una casa, había que rehacerla por segunda vez para que no tuviera fallos, pero todo es solventable".

Mari Carmen Vidal Cruz ya se ha trasladado al nuevo espacio con su establecimiento de quesos Amalia Mosteiro y no duda en destacar que "es un lugar mucho más bonito para vender, comprar, interactuar con la gente". Y avanza que la intención de los placeros es "ofrecer degustaciones por las tardes para que venga gente joven y dinamizar el Mercado". A su lado, Marcos Nóvoa, que regenta una panadería, se muestra expectante ante las posibilidades que puede ofrecer la Plaza provisional. "Me estreno en el negocio con esta panadería, aunque mi madre regenta desde hace años un establecimiento en la Plaza de Abastos". Cuando se le pregunta por su opinión, es categórico: "Teniendo en cuenta que es provisional, está bien; evidentemente es más luminosa que la antigua y también está mejor estructurada, con las pescaderías juntas y las carnicerías también, así que hay más servicio", reconoce.

Julio Manuel Dacosta, uno de los históricos de la Plaza, de Congelados Miño, reconoce que "hay algunas deficiencias que hay que corregir, pero la Plaza está preciosa y esta afluencia que hemos tenido de gente hoy no la teníamos abajo; se nota que al estar a pie de calle la gente se acerca más".

Es una de las bazas que pretenden jugar los placeros, esa proximidad a la calle y a la zona de copas del casco viejo. Son escasamente 50 metros entre un edificio y otro, pero estar en la Alameda, aseguran, "nos acerca al cliente, sobre todo al más joven".

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