El comercio local intenta adaptarse a los nuevos hábitos, aunque es consciente de la escasa implantación de las nuevas tecnologías
El hábito de comprar por Internet está calando en la sociedad, aunque de forma lenta. Con todo, según los últimos datos sobre la evolución del comercio electrónico uno de cada cinco ourensanos —sobre todo los de la ciudad— hacen con cierta frecuencia una compra a través de su ordenador o dispositivo móvil.
La "enquisa de condicións de vida dos fogares galegos" que recientemente acaba de difundir el Instituto Galego de Estatística, señala que en los núcleos de población con más de 50.000 habitantes a lo largo del 2013 —último dato conocido— en torno a un 19% han hecho una compra por Internet.
De todos modos, hay dos variables en los datos que proporciona el observatorio. Por un lado las adquisiciones bajan con respecto al año 2012 casi un 5% y, por otro, Ourense está lejos de la media gallega, cifrada en un 30%. El IGE aprecia que de los que acceden a Internet en las urbes gallegas, un 40% lo hizo en el 2012 para realizar alguna compra, aunque el porcentaje cayó al 28% en el 2013.
Con respecto a las motivaciones que llevan a los consumidores a entrar a una plataforma de venta on line, un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), señala que el 78% lo hace por comodidad, el 73% por precio, promociones u ofertas y un 65% por ahorro de tiempo. El 80% de las personas que usaron el comercio electrónico hicieron sus compras a empresas españolas. Pero tampoco la adaptación del comercio está siendo rápida ya que solo el 14,4% de las empresas con diez o más empleados realizaron ventas mediante comercio electrónico en el año 2012.
El comercio ourensano se está adaptando a este hábito de consumo, pero con resultados desiguales. El Centro Comercial Abierto Ourense Centro (CCA Centro) puso en marcha hace cinco años la plataforma de venta por Internet "Entretiendas", aunque en estos momentos "está un poco estancada", según reconoce Luis Rivera, presidente del CCA Centro. Las ventas cayeron el último mes entre un 20 y un 30%.
Este canal ha llegó a facturar "sobre 40.000 euros al mes y ahora estamos en unos 6.000", según Rivera. Las causas del descenso no están tanto en la crisis —que también afecta—, sino en que "al comerciante ourensano todavía le cuesta asumir que estar en Internet es necesario, pero hay que entenderlo, porque generalmente está más pendiente del mostrador que del ordenador".
OTROS USOS
La gráfica de ventas on line sigue creciendo, aunque haya empresas que aún no han adecuado sus estructuras a los nuevos tiempos. El INE advierte que "las empresas no solo usan las nuevas tecnologías para el comercio electrónico, sino que otros usos cobran cada vez más auge, como las redes sociales (para un 29%) o la interacción con las administraciones públicas mediante Internet (90%).
Sobre si el comercio ourensano está en disposición de competir, siquiera hacerse un hueco en el mercado, el presidente de la Federación de Comercio cree que hay aún un problema de adaptación a los desafíos tecnológicos. Aurelio Gómez Villar percibe que "todo aquello que está relacionado con la informática, a la gente de mediana edad le cuesta un poco, pero es una vía de mejora imprescindible en estos momentos", para el sector.
Apuesta el dirigente empresarial por ofrecer productos diferenciados a través de comercio electrónico, muy vinculados a bienes y servicios producidos en Ourense. La Federación de Comercio de Galicia dispone de una plataforma de venta de productos a través de Internet, como una vía para dar salida a los artículos que generalmente están en las tiendas asociadas dentro de la comunidad.
Una de las conclusiones que se extraen es que al sector le queda bastante por hacer. Luis Rivera, presidente del CCA Centro, reconoce que "el comercio electrónico es como un escaparate, tienes que cuidarlo constantemente para que la gente entre y luego compre, pero eso lleva su tiempo".
Julio Prol, presidente del Centro Comercial Abierto de O Couto, propone soluciones más pegadas a la realidad de cada tienda ourensana, porque "difícilmente puedes competir con las grandes cadenas". Cree que la proliferación de las ventas "depende del producto y el precio, porque la gente lo que busca sobre todo es precio". Prol estaría de acuerdo con que la Xunta habilitase ayudas para estas iniciativas.
Mientras, solo un 22% de las empresas contratan a especialistas en tecnologías para desarrollar estos proyectos, según la Unión Europea, mientras que en Finlandia, Luxemburgo o Irlanda, se supera el 30%. Ahora bien, encabeza la tabla Grecia, uno de los países más empobrecidos.
