Mantiene en el Supremo el recurso por la sentencia que anuló el PXOM de Manuel Cabezas tras detectar un particular que se modificó planimetría para beneficiar a empresas y promotores

El Concello llegará hasta el final en el cambio de planos

Empresarios y técnicos, en la reunión con Hernández para evaluar la situación urbanística. (Foto: VICENTE PERNÍA)
Desiste de todos menos de uno. El Concello mantendrá vivo en el Tribunal Supremo el recurso de casación que presentó contra la sentencia que anulaba el Plan Xeral de 2003 impulsado por el exalcalde Manuel Cabezas, por un cambio de planos urbanísticos entre la exposición pública del documento y la aprobación inicial, siempre para incrementar edificabilidades a diferentes promotores, según hacía constar el denunciante, Óscar Santalices, que aportó actas notariales para documentar su denuncia.
'Es conveniente que se llegue hasta el final en este asunto', explicaba ayer la concejala de Urbanismo, Áurea Soto. A su juicio, 'es importante que este tema (el cambio de planos) quede dilucidado y no haya lugar a interpretaciones', de forma que, añade, 'no se achaque solo a un defecto de forma (por la ausencia de un informe preceptivo) la anulación del Plan', sino también a una cuestión tan grave como la modificación de planos en la tramitación del documento. En este momento, el Tribunal Supremo todavía no se ha pronunciado sobre si admite a trámite el recurso presentado en 2008 por el Concello y entonces también por Eroski contra una resolución del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, la primera que anuló la totalidad del planeamiento ourensano.

Aquella resolución atendía a la reclamación del particular denunciante, que demandaba una nueva exposición pública del documento al detectar el 'cambiazo'. El TSXG ordenaba también la anulación del planeamiento porque, tras los cambios, lo aprobado inicialmente no se correspondía con lo expuesto, generando indefensión. El gobierno de Cabezas justificó entonces que los cambios eran 'vicios simplemente formales' y nadie presentó reclamaciones, aunque reconocía que lo expuesto era más restrictivo que lo aprobado inicialmente; pero utilizó este último argumento para precisar al tribunal que, por esa mayor generosidad, no se había perjudicado el interés de los propietarios.

Aquel cambio de planos, del que alertó Santalices antes de la aprobación provisional y definitiva del PXOM, contempla más edificabilidades de las inicialmente previstas en las inmediaciones del Miño, donde están contempladas ahora torres de 19 plantas, así como en áreas de la intersección de Marcelo Macías-Progreso y en espacios del barrio de O Couto, entre otros puntos.

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