Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ribadavia obliga a un vecino de Leiro a pagar sendas multas por alterar el orden público y por faltar al respeto y consideración al alcalde Francisco José Fernández.
El regidor municipal había denunciado a Xoán Pablo Lorenzo por hacer uso de la palabra durante un pleno sin estar facultado para ello e interrumpir el normal funcionamiento de la sesión. El alcalde le había pedido que guardase silencio y, posteriormente, que abandonase la sala, a lo que el vecino se había negado. La condena es de cuatro días de localización permanente y de una multa que asciende a un total de 240 euros, con responsabilidad subsidiaria de privación de libertad si no se abonan las cuotas fijadas.
