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La creación de empresas en Ourense sufre un brusco parón el último año

Sigue el abandono del vivero de empresas
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Se debilita la actividad emprendedora y sufre un repunte la disolución de actividades mercantiles pese al fin de la crisis

Se desinfla la creación de empresas en Ourense, como si el espíritu emprendedor estuviese en fase de letargo. Aliviada la crisis, los proyectos de nuevas mercantiles no salen del cajón. A esa conclusión se puede llegar después de analizar la evolución de los datos de creación de empresas en los últimos años en la provincia. Se cerró el 2018 con el peor dato desde el 2011, cuando nacieron 380.

El pasado ejercicio empezaron su actividad 393 nuevas sociedades mercantiles, muy por debajo de las 435 inscritas un año antes y más lejos aún del récord batido en el año 2006, en pleno ciclo expansivo de la economía, con la inscripción de 682 nuevos negocios. Además, en el debe provincial hay que situar que tiene el peor comportamiento en la demografía empresarial de la comunidad.

La perspectiva negativa aún sube un nuevo peldaño: la disolución de empresas no corta el ciclo creciente y cerró el 2018 con 125 mercantiles disueltas, frente a las 114 del año anterior. Y eso que la dureza de la crisis ha amortiguado su impacto en los últimos ejercicios. En este apartado, cuando peor le fue a la provincia fue en el 2015, con 146 negocios que dejaron su actividad. El diagnóstico por lo tanto es desalentador en la actualidad por cuanto hay menos sociedades mercantiles creadas y más empresas disueltas.

Pese a ese escenario, en apariencia cruento, siguen surgiendo iniciativas en Ourense. La solvencia del proyecto es lo que ayudará a que prospere. Es uno de los condicionantes, pero hay otros. "Hay que tener mucha confianza para emprender, debes tener una base sólida, con un proyecto solvente porque llevar tu propio negocio es complicado". Eso es lo que opina Alejandro Montero, un joven de 26 años que decidió dar un empuje al negocio de vinos de su padre, Antonio Montero. Reconoce que "hacer frente a una empresa es un peso que a veces es más difícil de llevar que si trabajas para una empresa".


Epicentro, la ciudad


A la hora de situar las apuestas empresariales en la provincia se producen grandes divergencias. Buena parte del impulso emprendedor se sitúa en la ciudad y los concellos perimetrales. De las 393 empresas que se crearon en el 2018, 237 se localizaban en la comarca de la capital y 181 en la ciudad. Es decir, el 46% de todas las empresas que nacieron el pasado año tenían su sede en la capital. También en los últimos años se ha desacelerado el impulso emprendedor en la capital. Aún así, "ha merecido la pena iniciar nuestro propio negocio, he ganado independencia trabajando para mí misma", advierte Tamara Saiz, de 36 años, que ha puesto en marcha el negocio La Manzana Prohibida, un centro de nutrición, bienestar y deporte en la ciudad. Ella trabajaba en el sector de la hostelería y su marido era funcionario y decidieron apostar por su proyecto empresarial. "Para nada estamos arrepentidos, al contrario, aunque no es un camino de rosas, hay meses que son muy complicados", matiza.

Buena parte de los negocios tienen baja supervivencia. Y es que, como dice Tamara, "no se puede emprender y esperar tener ganancias en el primer año porque si fuese así de fácil todos montarían su propio negocio".

Lois Babarro, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, reconoce que "la tasa negativa de creación de empresas, sumada a la de autónomos y a los datos del paro, muestran una tendencia en la economía nacional". El dirigente empresarial lamenta "la inseguridad política de un gobierno nacional que actúa con decretos y no con acuerdos parlamentarios que aseguren estabilidad a la economía del país".

"Hay poca ayuda para el emprendimiento", lamenta Tamara Saiz. "Esta es una provincia muy envejecida y si estuvieses en contacto con gente dinámica te contagias y hay más emprendimiento", abunda Alejandro Montero. Estudió Empresariales y recuerda como "la mayoría de mis compañeros quería preparar oposiciones" y, además, cree sutancial "favorecer la cooperación entre empresas para tener metas más grandes".


Las dotaciones


Tampoco ayuda la situación de algunas dotaciones destinadas al emprendimiento. El antiguo Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio está cerrado y abandonado.

El Club Financiero de Ourense, entidad que preside Benito Iglesias, ha solicitado a la Xunta de Galicia la cesión en uso de estas dotaciones "como vivero de empresas y centro de apoyo a los emprendedores", como se detalla en el escrito registrado esta semana en la Consellería de Facenda para facilitar la cesión. 


Sigue el abandono del vivero de empresas


El Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio, ubicado en el Parque Tecnológico, sigue cerrado y acumulando maleza. Presentado en su día como apoyo a la creación de empresas, se levantó con dinero público gracias a los fondos de la Unión Europea. Debido a que la Cámara está sin actividad el Club Financiero ha pedido a la Xunta su cesión para recuperarlo. 

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