Las entidades sociales del concello de Ourense piden un esfuerzo a los grupos políticos para encontrar una solución que permita garantizar la prestación de servicios que consideran fundamentales para el desarrollo de la ciudad
La crítica situación anunciada ayer por el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, en el área de Asuntos Sociales del Concello ha encendido todas las alarmas en entidades y colectivos que cada día deben lidiar con la prestación de servicios a miles de vecinos que los necesitan y que encuentran en la colaboración de las administraciones públicas uno de sus pilares, por lo que confían en que impere el sentido común y los problemas planteados no vayan a más.
No es la primera vez que las entidades de la ciudad se encuentran con determinadas circunstancias que condicionan su actividad. Sin ir más lejos, el pasado verano el PP fue incapaz de sumar el apoyo de la oposición para aprobar en agosto una modificación de crédito con la que pretendía hacer frente al pago de diferentes convenios, un expediente que tuvo que adaptar para satisfacer las demandas del resto de grupos y poder sacarlo adelante a finales de septiembre.
En esa lista de entidades beneficiarias estaban, entre otras, Cáritas Diocesana, Banco de Alimentos o la Protectora de Animales Progape, que ahora ven con
preocupación el agotamiento del presupuesto y sus consecuencias.
"Ourense se merece unos políticos que se pongan de acuerdo en cosas que son básicas. No se puede olvidar que es una cuestión de supervivencia para algunas personas", valora la directora de Cáritas en Ourense, María Tabarés, que hace ver a los representantes de los grupos políticos que dotar de los fondos suficientes a la cartera de Bienestar Social redundará en beneficio de todos.
"O perdemos todos o ganamos todos, es algo evidente. Van a salir ganando si llegan a acuerdos, demostrarán que se merecen estar ahí. En una ciudad como esta, en la que seguimos a la cola en muchas cosas, no nos podemos permitir estas historias", asegura.
En una línea similar se manifiesta el presidente de Cruz Roja, Felipe Ferreiro, cuya entidad presta algunas concesiones municipales, como la Teleasistencia o el albergue.
"Desde Cruz Roja nunca entramos en cuestiones políticas, solo queremos prestar los servicios y cobrarlos porque si no será insostenible para nosotros. Espero que se pongan de acuerdo para desbloquear lo que haga falta porque son asuntos que están por encima de temas partidistas", explica Ferreiro, que añade que estos son "servicios básicos y elementales".
Desde el Banco de Alimentos, su presidente, Cecilio Santalices, reconoce que cualquier retraso en las aportaciones que reciben desde el Concello condiciona su actividad, pero saca su lado más optimista sobre las negociaciones. "No me cabe la menor duda de que por el bien de la ciudad habrá una solución, me consta que todos los grupos valoran nuestra actividad, pero lógicamente estoy preocupado. Sin su ayuda, todo sería cuesta arriba".
Por su parte, desde Progape, encargada de garantizar los cuidados a las mascotas abandonadas, reconocen su sorpresa por la situación y recuerdan que la contribución municipal es "imprescindible" para la labor que desarrollan, mediante un convenio.
"El Concello tiene la obligación de mantener un servicio como este, nosotros hacemos la función y no sería sostenible sin las aportaciones que recibimos. Hay que buscar soluciones porque si hay retrasos, los trabajadores tendrían problemas para cobrar o los perros para alimentarse", sostiene la presidenta de Progape, María del Campo.
