La crisis económica e internet dispararon en 2009 este tipo de delitos en la provincia de Ourense

Los delincuentes suplantaron hasta este mes la identidad de 130 ciudadanos para estafar

Los delitos de suplantación de identidad son constantes en la internet. (Foto: José Paz)
Un total de 130 ourensanos denunciaron en este año que otra persona había suplantado su identidad para, en la mayoría de los casos, estafarlos a ellos mismos, pero también a terceras personas vendiéndoles o alquilándoles lo que no era suyo. Los delitos más frecuentes son las ventas de madera y animales, alquiler de inmuebles, compras con tarjeta de crédito, cobro de cheques y estancias en hoteles. Los delitos de suplantación de identidad se duplicaron en el último año, según datos de las fuerzas de seguridad.
Los delitos por suplantación de identidad se dispararon este año en la provincia. El último fue denunciado por una vecina de Viana do Bolo el pasado miércoles ante la Guardia Civil. La mujer realizó una compra por internet y, tras apoderarse de su identidad y el número de su tarjeta de crédito, le estafaron 300 euros. Cinco días antes, el instituto armado detenía a un vecina de O Barco por retirar 1.600 euros en distintas entidades bancarias aprovechando la tarjeta y documentación de otra persona, la titular de la cuenta corriente.

La lista podría continuar por un vecino de Gomesende que vendió 24 pinos que crecían en la finca de otro que ya había fallecido. Vendió la madera haciéndose pasar por un heredero cuando ni tan siquiera era familiar lejano del fallecido.

Estos son algunos de los casos más recientes, porque, según los datos que manejan el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, un total de 130 ourensanos denunciaron en este año que otra persona había suplantado su identidad para delinquir.

En la mayoría de los casos (110), los denunciantes fueron víctimas de estafas y robos, pero en otras 20 ocasiones, los delincuentes aprovecharon la documentación para comprar coches, alquilar inmuebles, realizar compras e incluso firmar un contrato laboral, como hizo Victoria Angongo (26 años), que se las apañó para hacerse pasar por una amiga y trabajar de camarera. Los delitos más frecuentes de los usurpadores de identidad son las ventas de madera y terrenos, cuyos propietarios ya fallecieron. Le sigue la compra de combustible en estaciones de servicio, retirar dinero en cajeros automáticos, adquisiones de teléfonos móviles, joyas, muebles, y electrodomésticos, además de alquiler de bajos y coches, el cobro de cheques. De las 130 denuncias presentadas, 120 desencadenaron en la apertura de diligencias judiciales. Las restantes fueron resueltas de forma amistosa, tras ser retirada la denuncia.

‘Vendió mis pinos haciéndose pasar por mí’

La Guardia Civil y la Policía Nacional invitan a las víctimas a denunciar los delitos, aunque sólo sean pequeños hurtos, para localizar a los delincuentes e evitar estafas o robos mayores, como la de Avelino Gómez Rodríguez, de 63 años, que lleva más de dos años ‘pugnando’ en la Justicia por la madera de un pinar. Este hombre es natural de Monterrei, pero reside desde hace años en A Coruña. En Monterrei tiene las fincas que heredó de sus padres y una mañana del mes de junio del 2007 descubrió que un pinar suyo había sido talado y la madera se la habían llevado. El hombre se sintió ‘impotente’ y comenzó a investigar hasta llegar al maderero que, según consta en la denuncia, pagó por los pinos 15.000 euros. ‘Los vecinos se dieron cuenta. Es más, si no es por ellos no soy capaz de localizar al maderero, pero no me avisaron porque creían que yo los había vendido’, asegura. El maderero pagó, al parecer, a un desconocido, que llegó a poner la firma y la fotocopia del carné de identidad de Avelino Gómez en el contrato de venta.

La Guardia Civil aún no logró localizar al falso vendedor y Gómez Rodríguez dirime en los juzgados el cobro de los pinos. ‘Llevo dado muchas vueltas y tengo que recuperar el dinero’, afirma.

Los agentes esclarecieron el 60% de los casos

Los delitos de usurpación de la identidad aumentaron con respecto al último año, 75 en total. ‘Cada vez se registraron más denuncias, por un lado debido a la situación económica y, por otro, a las nuevas tecnologías. Hay gente que aprende mucho navegando por internet’, explicaron en la Comisaría.

De las denuncias tramitadas en lo que va de 2009, los agentes esclarecieron un 60 por ciento de los casos y están investigando el resto. Tanto en la Comisaría como en el cuartel de Santa Mariña, varios agentes tienen como única función investigar este tipo de delitos, sobre todo los que son perpetrados a través de internet. ‘Hay gente que es un poco arriesgada y facilita sus datos bancarios y su propia documentación personal realizando compras a personas o empresas que no ofrecen seguridad. Buscan lo barato cuando hay información falsa’, afirmaron fuentes de la Comandancia.

A las denuncias por usurpación de identidad hay que sumarle otras 35 de conductores que fueron sorprendidos al volante conduciendo con el carné de otra persona, con la que, en algunos casos no tenían ni relación, ni parentesco. En este caso, todos ellos fueron detenidos por delitos contra la seguridad vial.







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