OURENSE

La despoblación dispara el número de propiedades a la venta en el rural

Los agentes inmobiliarios lo atribuyen también a los inminentes cambios fiscales, que gravarán las transacciones 

“Es una pena. Yo vivo en Vigo pero ir hasta allí ya se me hace un poco cuesta arriba”. José (prefiere no decir su nombre) es propietario de una casa en O Ribeiro que decidió poner a la venta hace cuatro años. En realidad, su caso es el de tantos. Ourensano que vivió muchos años fuera de Galicia, sus hijos tienen su vida ya lejos de la casa que un día rehabilitó a conciencia. El paso de los años dificulta no sólo las visitas a esa propiedad sino también su mantenimiento en las mejores condiciones. “No es fácil encontrar gente que me limpie la finca”, señala.

Aunque no hay cálculos sobre las cifras reales, las empresas inmobiliarias ourensanas están detectando en los últimos meses un incremento considerable del número de propiedades, tanto casas como fincas, que se están poniendo a la venta en el rural ourensano, en el que incluso han llegado a publicitarse para la venta pequeñas aldeas enteras.

Envejecimiento

El presidente de la Asociación de Inmobiliarios de Ourense (Adeido), Benito Iglesias, atribuye el incremento de propiedades a la venta al envejecimiento de la población, no sólo de la que reside en el propio rural sino también de la que en su día emigró. “Muchos de los que se fueron al País Vasco, Madrid o Cataluña continuaban viniendo en verano pero ahora esa gente se hizo mayor y ya no pueden venir solos o han fallecido. Las segundas generaciones, y aún más las terceras, ya no tienen ese arraigo al lugar y dejan de venir, por lo que acaban optando por poner sus propiedades a la venta”, explica Iglesias. A su juicio, la situación aún es más propicia cuando hay problemas con las herencias o incluso por la crisis económica. “En las ciudades grandes aún es más aguda que aquí, así que mucha gente que tiene propiedades intenta venderlas para lograr liquidez”, apunta Iglesias.

Además de la cuestión demográfica, los cambios que introducirá a partir de 2015 la reforma fiscal que presentó el Gobierno central también pueden estar animando a los propietarios a intentar vender. Esa modificación “elimina las correcciones monetarias y los coeficientes de abatimiento que se aplican en el IRPF a las plusvalías generadas por la venta de viviendas”, afirma Iglesias, que entiende que, a consecuencia de esto, “se encarecerá la factura fiscal a partir de 2015 para los contribuyentes que vendan viviendas, especialmente si fueron adquiridos antes de 1994”. Según él, además, “la donación de una vivienda tributa como una venta”.

La percepción de los inmobiliarios es que el incremento de las propiedades que se ponen a la venta en el rural se percibe especialmente en “A Baixa Limia y las zonas de montaña y el centro de la provincia”, señala Iglesias, que, a su vez, considera a que las zonas en las que menos se detecta esta situación “son los concellos limítrofe a la ciudad, como Pereiro de Aguiar, San Cibrao o Barbadás”.

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