Relevo en la sanidad pública, de momento un nombre por otro. Relevos y mudanzas porque todo se mueve, casi tanto como los curas, que imparten la bendición por la ventanilla. Podéis ir en paz.
Lunes, 20 - La lógica de las sustancias graves
Según para qué cosas 1,2 millones de euros es mucho o poco dinero. Supongo que para trapicheo de droga es una cifra importante. Hay nuevo Grupo de Estupefacientes en la Comisaría de Policía de Ourense y entre sus propósitos está desmantelar los muchos puntos negros que parecen campar a sus anchas por la ciudad. Es muy fácil escribir unas cuantas líneas sobre lo nocivo de los estupefacientes y quedarse con la conciencia tranquila. Se supone que hasta el más enganchado sabe a merced de quién vive. "Las drogas destruyen tu memoria y tu propio respeto, no son buenas, pero no pienso ir ahora predicando contra ellas", dijo en tono sincero pero no moralizante Kurt Cobain, cantante y líder del grupo Nirvana, que murió bajo sus efectos y que estos días fue recordado por los medios porque habría cumplido 50 años si no se hubiese quitado de en medio por sus excesos. Estos días también conocimos que Laureano Oubiña, el más mediático narcotraficante gallego, huele ya la vida al otro lado de las rejas. Muchos de sus clientes no pueden con la lápida de su tumba.
Martes, 21 - Los curas y el blues del autobús
Al cura José González le toca pastorear las almas de ocho parroquias de Carballiño y Boborás. Mira el cuentakilómetros de su coche y marca 150.000 kilómetros, hechos en tres años. El texto que precede es un recordatorio de un reportaje que publicó el periódico el martes y que recoge la vida de los sacerdores ourensanos. No es un texto reivindicativo para que se retome el Plan Pive de los automóviles, ni siquiera un lamento por la falta de vocaciones sacerdotales. Los curas de ahora son como los repartidores que van de aldea en aldea: llegan, tocan la bocina, la gente sale de sus casas, compran la barra de pan, la pagan y se meten otra vez dentro mientras el repartidor enciende la furgoneta y sale pitando. A los curas se les amontona el chollo porque también son pocos y el territorio a santificar es mucho. En poco tiempo les veremos tocando al claxon a la puerta del templo, acudirán los fieles, les dará la bendición por la ventanilla y se irán mangados a por más almas en otro sitio. Es el estrés de los tiempos que corren. Lo hacen con convicción y devoción, pero sobre todo por necesidad y con poca poesía. Si al menos fuesen como los rockeros de antes: "Cada día despierto en distinta habitación, donde doy con mis huesos cuando está naciendo el sol, dormimos poco y mal, quemando la salud para llegar al quinto infierno donde cantaré de nuevo, ¿qué estarás haciendo tú?" . Era el Blues del Autobús, de Miguel Ríos. "Vivo en la carretera, dentro de un autobús, vivo en la carretera aparcado en un blues", decía el estribillo. Me pareció oírselo cantar un día de estos a un cura mientras llevaba la ventanilla bajada e iba de parroquia en parroquia. A toda leche.
Miércoles, 22 - Titulares que son meras coincidencias
A prisión por planear el secuestro de la mujer y el hijo de un abogado. Un vecino de Cualedro tenía una fábrica de droga en casa. Le retiran 600 euros del banco tras robarle el bolso en Xinzo. Un vendedor de coches reconoce una estafa de 6.684 euros. Un particular reclama 1.040 euros por el pago de plusvalías. A juicio por subirse al mismo autobús que cogió su exmujer. El autor del crimen de Chapela lo preparó con todo detalle. Bueno, el miércoles también hubo buen tiempo, con 23 grados de máxima.
Jueves, 23- Y si solo es una cuestión de nombres
Ahí os dejo la naturaleza en toda su grandeza, luego ya os encargaréis vosotros de destrozarla. Y lo hicimos a conciencia. Hasta lo más difícil, el deshielo ártico, estamos a punto de conseguir, eso sí, en nombre del desarrollo. Con la sanidad pública da la sensación de que vamos por el mismo camino. Como concepto, la prestación pública que se da en España es de las mejores del mundo, como subrayan los que saben de esto. Hasta Obama quiso importar su modelo, otra cosa es lo que pasó luego. Lo que varía aquí son los modelos de gestión, por cierto 17 diferentes en España. Esta semana se hizo oficial un indisimulado rumor de las últimas fechas, el relevo de los gestores de parte de los hospitales públicos gallegos, entre ellos el de Ourense. Dionisio por Eloína. El doctor Pérez Bellido toma el despacho de la doctora Núñez Masid. Deberá gestionar recursos finitos y una plantilla de más de 2.000 personas, no todos con el GPS en la dirección correcta, para dar atenciones cada vez más exigentes a una población cada vez más mayor y con más patologías. Si solo se cambia de personas es un cambio meramente cosmético. No todos los entrenadores que llegan a equipos al borde del descenso logran salvarles, menos conseguir que jueguen la Champions. Quizá el problema no sea de nombres o de apellidos, sino de modelo. La naturaleza es maravillosa y nadie la ha contaminado más que nosotros. La sanidad pública sigue siendo un tesoro, pero estamos empeñados en el deshielo, como en el ártico. ¿Qué tal una gran reflexión sobre lo que estamos haciendo todos (administración también) con ella. Lo de Dionisio por Eloína es lo de menos.
Viernes, 24 - Lo dicho, estamos en pleno deshielo
Y a todo esto, el Centro de Salud de O Couto, rematado y equipado hace meses, sigue sin abrirse porque está por adecentar el entorno. Los plazos que manejan algunos partidos del Concello de Ourense es que el equipamiento no entrará en servicio como mínimo hasta el verano. Lo dicho, estamos con el deshielo.
Sábado, 25 - Está claro, aquí no salen las cuentas
Las empresas ourensanas contratan a más personas sin estudios que a universitarios del Plan Bolonia. Algo falla aquí: o las empresas o la Educación. O ambos. O el modelo económico provincial.
