La emigrante de Beariz asesinada en Venezuela había denunciado a un hijo por fraude

La ourensana Sesita Vecoña -natural de Magros- fue asesinada el miércoles en uno de los hoteles de su propiedad en Caracas. La Policía investiga en su entorno laboral (a los ex empleados) y familiar.
La familia y vecinos de Sesita Vecoña Otero, la emigrante asesinada en la madrugada del pasado miércoles en Caracas, esperan que el cadáver pueda ser repatriado entre el jueves y el viernes. Esta vecina de la localidad de Magros recibirá sepultura en el cementerio parroquial de Beariz.

Sesita Vecoña visitaba su pueblo natal cada verano, en donde reside su madre. Su estancia la complementaba con las visitas que hacía a una de sus hijas, que dirige un negocio de hostelería en Vigo. Tiene otros tres hijos, dos de ellos en Caracas y otro en México.

Esta emigrante de 72 años, propietaria de una cadena hotelera, pereció por los disparos realizados por una pareja que se hizo pasar por clientes del hotel Real Palace de su propiedad, en Caracas. La fallecida acudió a la habitación de los homicidas, quienes le dispararon en el pecho. Una de las camareras se acercó a la habitación y se encontró con los asesinos, que la hirieron de un tiro en el hombro. No obstante, las cámaras de seguridad de un teatro cercano recogieron el momento de la huida.

La prensa venezolana se hizo eco a finales de octubre de que Sesita Vecoña junto con su esposo José Alonso Cores y el hijo de ambos José Alonso Vecoña habían denunciado a otro hijo, Elisardo Alonso, por fraude y falsificación de documento para despojarlos de hoteles.

Precisamente, según recoge El Universal en su edición de ayer, los investigadores manejan varias hipótesis en torno al móvil. Sostienen que pudo haber sido atacada por algún ex empleado del hotel pero no descartan una venganza en el círculo familiar y han interrogado a uno de los hijos.


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