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El empresario que planeó un secuestro pagó 1.000 euros a modo de anticipo

Vilagarcía. Fachada de la Comisaria de Policía.
photo_camera Una mujer acudió a la Comisaría de Vilagarcía de Arousa el día 7 de febrero para denunciar que la habían contratado para un secuestro.

En las grabaciones muestra impaciencia y también plantea la posibilidad de amenazar al abogado con una jeringuilla

Las grabaciones telefónicas efectuadas por la Policía Nacional en busca de pruebas o indicios para acreditar el intento de secuestro de la mujer e hijo, de cinco años, del abogado E.M. evidenciaron que el empresario detenido contemplaba otras alternativas (amenazas al propio letrado) y prisas para la ejecución del plan. En la transcripción de las conversaciones aportadas al juez, el constructor Carlos Rodríguez Rojas (52 años) habla con los toxicómanos que contrató en Vilagarcía y les plantea abiertamente la posibilidad de amenazar al letrado empleando una jeringuilla. Por esta razón, el juez aprecia dos posibles delitos: secuestro o amenazas en grado de tentativa. En todo caso, la finalidad era la misma: un rescate de 50.000 euros.

En los pinchazos telefónicos  también se pone de manifiesto, según fuentes cercanas al caso, "la impaciencia" del empresario para que las personas que deben hacer el trabajo para el que fueron contratadas (secuestro o amenazas con la jeringuilla) terminen cuanto antes. Una señal inequívoca, según recoge el juez instructor en el auto en el que acuerda la prisión del investigado, "de la persistencia del detenido en su intención de intimidar al letrado". Máxime cuando Rodríguez Rojas, que el martes ingresó en prisión, ya había desembolsado 1.000 euros de los 10.000 comprometidos a los arrepentidos, que ahora figuran en el proceso como testigos protegidos.

La detención ilegal no llegó a término porque una de las personas contratadas (la mujer) se echó atrás cuando el plan estaba muy avanzado, precisan fuentes policiales. La testigo acudió el día 7 de febrero a la Comisaría de Vilargarcía para denunciar que Rodríguez Rojas había hablado con ella y le había propuesto un secuestro para cobrar una supuesta deuda de 50.000 euros, cantidad de la que obtendrían ella y su pareja un 20%. El plan consistía en retener a la mujer e hijo de cinco años del letrado hasta que pagase la cantidad exigida. 

Modalidad exprés

El constructor pensó en todo momento en un secuestro exprés, ya que la familia debía ser retenida bien en el domicilio o en el lugar donde fuera hallada. Rodríguez Rojas confiaba en que el letrado reuniría pronto el dinero exigido porque, según aclara la Policía Nacional, "estaba convencido de que la víctima  poseía esa cantidad en metálico y la guardaba en un caja de seguridad en su piso" del centro de la ciudad.  El detenido y la víctima habían sido socios en el año 2005 en una promoción inmobiliaria de seis  chalés adosados en Cachamuíña (Pereiro de Aguiar) pero que no llegó a cuajar. Desde ese momento -dice la Policía- "el organizador del secuestro responsabilizó al abogado".

En 2013, el empresario ya había sido detenido por amenazas y tentativa de extorsión, lo que dio pie a una orden de alejamiento con respecto a Mazaira. No obstante, Rodríguez Rojas no fue condenado por esos hechos.

La víctima se personará como acusación particular

El letrado aseguró ayer que se personará en el proceso penal como acusación particular. Teme por la integridad de su familia y la suya  propia porque, según dice, "esa persona está loca y es capaz de cualquier cosa". De hecho, el juez instructor argumenta en el auto de prisión el "riesgo de que el detenido pueda atentar contra la persona del señor E.M. como contra los miembros de su familia" con conductas semejantes a las que provocaron el arresto.

La víctima reconoce que está pasado un mal momento dada la gravedad de los hechos y porque no es la primera vez que el encarcelado intenta atacarlo. "Me he sentido muy indefenso en estos últimos once años, solamente protegido por la Policía Nacional", añade.

Recalca, tal como lo hiciera el martes a La Región, que no debe "nada de nada", en relación a la supuesta deuda que esgrime el empresario . "Soy un persona honrada que solo pretende hacer bien su trabajo y sacar adelante a mi familia, que es lo que más quiero en esta vida", concluye.

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