ESCASEZ DE PRECIPITACIONES

La escasez de lluvias en verano redujo a la mitad el caudal medio de los ríos

photo_camera Un voluntario llena con garrafas de agua un abrevadero en Ridimoas.

Algunos pueblos han aplicado restricciones del consumo de agua y otros invitan a su uso responsable mediante bandos

La escasez de precipitaciones en lo que va de verano, que no se ha visto compensada con las lluvias de los últimos días, está teniendo ya sus efectos tanto en el caudal medio de los ríos como en los pueblos de la provincia. En cuanto a los primeros, se reflejan descensos de hasta más de la mitad en el caudal medio diario registrado en algunos cauces fluviales de la provincia con respecto al mismo periodo del año pasado. Es el caso del río Sil en O Barco, que pasa de los 49,36 metros cúbicos por segundo del 11 de agosto del 2014 a los 5,81 del pasado martes, según datos suministrados por el Centro de Control de Cuenca de la Confederación Hidrográfica. En parecida situación se encuentran el río Arnoia, que pasa de 1,33 metros cúbicos en 2014 a 0,56 en 2015 o el Miño a su paso por Ourense, que baja de 140 metros cúbicos en agosto del año pasado a los 74 registrados el pasado martes.

Este bajo caudal de los ríos, tanto de los principales como de sus afluentes, se ha traducido ya en restricciones o peticiones de los respectivos gobiernos municipales de uso razonable del agua de la traída. A Rúa es una de las localidades que ha recurrido a la publicación de un bando municipal para concienciar a la población del uso razonable del agua para evitar problemas de abastecimiento. La alcaldesa, María González Albert, apunta que "pensábamos que íbamos a tener que hacer algún corte de agua, pero estamos sobreviviendo bastante bien este año". La regidora añade que "en toda la parte Este de la villa, tanto A Rúa Vella como Vilela, tenemos un problema porque el depósito de Vilela lo tenemos cerrado por la mala calidad del agua, y el depósito de Rúa Vella está abasteciendo a ambos barrios". Albert avanza que "el momento crítico son estas dos semanas, que acude mucho turismo", pero matiza que, "según nos apunta el técnico, hay reservas". En cuanto a la razón de la publicación del bando, explica que "no es la primera vez que se hace" y que el objetivo del mismo es el de concienciar a la gente de que no utilice "el agua de la traída para limpiar el coche o regar el jardín".

Otro de los puntos calientes de este verano es Punxín. En los tres pueblos donde se detecto el problema de la contaminación del agua por arsénico (Ourantes,Ventosela y Vilar) "se está suministrando ahora desde un único punto, lo que supone menos cantidad de agua y eso supuso restricciones durante los últimos dos meses", según explica Joaquín Moldes, concejal en este municipio por la agrupación de electores Cambio Inteligente. "Ahora mismo, el consumo es menor, supongo que porque la gente del pueblo estará pasando unos días fuera, y se han retirado las restricciones nocturnas impuestas hasta hace una semana", añade Moldes, que también subraya que "ayudó el bando que el alcalde sacó en julio, invitando a los vecinos a hacer un uso inteligente del agua, para fines estrictamente domésticos". El edil apunta, sin embargo, que en breve podría surgir otro problema "con la traída del Barbantiño, que abastece a los alrededor de 300 habitantes de Punxín y Barbantes, donde existe un problema de bajo caudal de agua. No hay restricción en este momento, pero en dos semanas, si no hay cambio meorológico, sí obligaría a reducir el consumo de agua". En todo caso, Moldes apunta que "en octubre esperamos que queden resueltos todos estos problemas, porque las obras de bombeo del Miño ya están ejecutadas en un 80 % y el compromiso es que el 20 de octubre, los concellos de Punxín, Cenlle y San Amaro tengan resuelto el problema de abastecimiento".

También en Ribadavia, el grupo de gobierno municipal emitió un bando reclamando a los vecinos el uso responsable del suministro de agua, al tiempo que aplica restricciones puntuales por la noche y a primeras horas de la mañana.

Y en Beade, la sequía ha obligado a que grupos de voluntarios rieguen con garrafas el bosque de Ridimoas, al tiempo que surten varios abrevaderos para los animales y riegan los árboles más jóvenes.

Por otra parte, ese descenso del caudal medio de los ríos parece estar en el origen último de la muerte de varios ejemplares de trucha y boga, localizados ayer en un tramo de 500 metros del río Arenteiro, posterior a la depuradora de aguas residuales de Carballiño. La asfixia por falta de oxígeno se apunta por parte de la empresa Viaqua, gestora de la depuradora, como la razón última de esas muertes.

Son algunos de los efectos de uno de los veranos más secos de los últimos años.

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