El forense de Verín estudia siete esqueletos del los siglos III-IV hallados bajo una autovía en Ávila

El extraño caso del romano decapitado

Serrulla Rech examina uno de los siete esqueletos romanos de Ávila que está estudiando. (Foto: Xesús Fariñas)
La Unidad de Antropología Forense del Imelga, ubicada en Verín, consolidó este año su actividad con el estudio de 20 casos frente a los seis del 2007 (12 en 2008). El 50 por ciento son de origen criminal y el resto, accidentales. Pero también aporta al campo de la arquelogía. En este momento estudia siete esqueletos romanos (de los siglos III al IV) tras el hallazgo de una necrópolis en San Pedro (Ávila) durante la construcción de la A-50. Se trata de individuos jóvenes varones, posiblemente agricultores, y de dos niños.
Este ha sido el año de la consolidación de la Unidad Antropológica Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), que tiene sede en Verín. De los seis casos que estudió en 2007 pasó a un total de 20 en 2009. El 50 por ciento de los casos son criminales (causas de la muerte violentas) y el resto se reparte entre accidentales (principalmente esqueletos carbonizados por incendios), otros sin interés criminal y arqueológicos.

En este último apartado, la unidad, que dirige el forense de Verín, Fernando Serrulla Rech, se afana en el análisis de siete esqueletos de la época romana, que datan del siglo III al IV, de una necrópolis hallada hace unos meses durante la construcción de la autovía A-50 (Ávila-Salamanca). Las tumbas se encontraban en un paraje denominado el Vergel de la pequeña localidad San Pedro del Arroyo (Ávila).

Serrulla Rech señala que ‘son restos óseos de jóvenes, de 20 a 25 años, y de dos niños, todos varones. Por el estudio que estoy realizando, destaca su buen estado de salud y, sobre todo, una masa muscular muy desarrollada, lo cual me hace pensar que hacían mucho ejercicio y que podrían ser agricultores, una hipótesis que comparten los arqueólogos de la excavación’.

Como curiosidad, relata que sólo uno de ellos podría haber sido objeto de una muerte violenta. ‘Es el único que tiene en torno a 40 años, los demás son jóvenes. Apareció en la tumba con la cabeza separada del tronco. Además, le faltan las dos primeras vértebras cervicales, las restantes las conserva intactas, un hecho que sugiere que pudo ser decapitado’. El forense de Verín señala que la unidad estudia un par de casos de este tipo al año pues ‘es un complemento al estudio arqueológico e histórico. Lo más interesante es que podemos aportar datos concretos de los individuos que vivían en esa zona, de hecho se encontró una tijera de la época romana en la rodilla de uno de ellos, parecida a las que se usan hoy para podar. La mancha de óxido se aprecia también en los huesos’.

La unidad, que realiza esta labor de forma altruista, también acometerá la aproximación o reconstrucción facial de uno de los esqueletos, que ‘podría merecer una exposición en el Museo Arqueológico de Ávila, algo que vamos a plantear’, expone. Y detalla que en la necrópolis se encontraron vasijas de vidrio, cerámica romana, objetos metálicos y puntas de sandalias, entre otros objetos.

‘Este año hubo un aumento de los casos criminales’

En 2009, la Unidad de Antropología se consolidó como laboratorio de referencia en Galicia y a nivel nacional. ‘Ahora nos conocen y los profesionales de medicina legal confían en nosotros para cualquier caso de aparición de restos óseos o similar. Para mí es un orgullo’, dice el forense de Verín, que considera que este servicio ‘aporta un plus de calidad al trabajo forense con estudios en profundidad’.

Serrulla Rech afirma que ‘hubo un incremento de los casos criminales, cuyo estudio es el objeto de esta unidad, que suponen el 50 por ciento de los 20’. Cita casos como el de una mujer que había desaparecido en Vigo y se encontró fondeada en la ría de Ares, en Betanzos (Ferrol), que ‘se resolvió como un crimen de violencia doméstica’. También estudio tres casos en Ourense: el de una persona desaparecida en Carballiño, el de la mujer brasileña asesinada y el hallazgo de unos huesos en Maceda.

Además, estudió un cráneo encontrado entre las rocas en A Coruña el pasado mes de octubre. La técnica de aproximación facial permitió hacer un ‘retrato robot’ de una mujer con rasgos asiáticos de unos 60 años que fue difundida en la ciudad.



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