La agrupación de Protección Civil de Castrelo de Miño se encargó desde las 8 horas de ayer de desviar el tráfico a la entrada de la central hidroeléctrica hacia la carretera de Arnoia, en dirección a Ribadavia. Gas Natural Fenosa procedía tal y como se lo había comunicado a los concellos de Castrelo y Ribadavia, en la mañana del pasado jueves, a cerrar el paso de vehículos, pese a las quejas de las autoridades municipales, por considerar que en plena vendimia no era el momento oportuno para solucionar deficiencias técnicas en la central porque entorpecería los trabajos en el momento culmen de la recogida de uva.
Las previsiones iniciales de la empresa consistían en el corte del transito entre las 8 y las 12 horas, aunque también puntualizaba verbalmente, ante los requerimientos de los concellos, que se intentaría acabar las reparaciones a las 10 horas.
Sin embargo, hasta las 12 del mediodía no fue posible circular por la presa de Castrelo. Los turismos y camiones fueron desviados por Protección Civil, mientras los tractores que se acercaron a primeras horas optaron por estacionar a la entrada de la central a la espera de su apertura. No se formaron aglomeraciones, ya que poco más de cuatro vehículos permanecieron aparcados hasta el mediodía. La intensa campaña realizada por el Concello de Castrelo durante la jornada del jueves, distribuyendo bandos en bares, tiendas y bodegas, informando sobre la situación evitó el colapso de tractores, que mayoritariamente se acercaron a la presa a partir de las 12 horas, teniendo en cuenta que la alternativa del desvío por Arnoia les suponía un gran rodeo y un pérdida de tiempo por la lentitud de dichos vehículos, y que tampoco podían recurrir a la autovía, desde Feás hacia Barbantes, como hicieron otros vehículos que se dirigían a Ourense.
Gas Natural Fenosa manifestaba ayer que 'lo que se está haciendo en el paso a través de la central hidroeléctrica es una labor que se tenía que hacer y que se intentó rematar lo antes posible. Es un trabajo de mantenimiento de compuertas para garantizar la seguridad de cara al invierno. Estos trabajos hay que hacerlos en estas fechas. Se informa puntualmente a ayuntamientos y diputaciones para su conocimiento. En el caso de Castrelo, tenemos el paso abierto porque así nos lo han pedido ante las obras del puente que se está construyendo'.
Al mediodía, se restablecía la normalidad, y los productores volvían a su trabajo, aunque manifestando su malestar, al igual que las autoridades, que lamentaban el escaso tiempo que dispusieron para avisar a la población.
Sin embargo, hasta las 12 del mediodía no fue posible circular por la presa de Castrelo. Los turismos y camiones fueron desviados por Protección Civil, mientras los tractores que se acercaron a primeras horas optaron por estacionar a la entrada de la central a la espera de su apertura. No se formaron aglomeraciones, ya que poco más de cuatro vehículos permanecieron aparcados hasta el mediodía. La intensa campaña realizada por el Concello de Castrelo durante la jornada del jueves, distribuyendo bandos en bares, tiendas y bodegas, informando sobre la situación evitó el colapso de tractores, que mayoritariamente se acercaron a la presa a partir de las 12 horas, teniendo en cuenta que la alternativa del desvío por Arnoia les suponía un gran rodeo y un pérdida de tiempo por la lentitud de dichos vehículos, y que tampoco podían recurrir a la autovía, desde Feás hacia Barbantes, como hicieron otros vehículos que se dirigían a Ourense.
Gas Natural Fenosa manifestaba ayer que 'lo que se está haciendo en el paso a través de la central hidroeléctrica es una labor que se tenía que hacer y que se intentó rematar lo antes posible. Es un trabajo de mantenimiento de compuertas para garantizar la seguridad de cara al invierno. Estos trabajos hay que hacerlos en estas fechas. Se informa puntualmente a ayuntamientos y diputaciones para su conocimiento. En el caso de Castrelo, tenemos el paso abierto porque así nos lo han pedido ante las obras del puente que se está construyendo'.
Al mediodía, se restablecía la normalidad, y los productores volvían a su trabajo, aunque manifestando su malestar, al igual que las autoridades, que lamentaban el escaso tiempo que dispusieron para avisar a la población.
