Fermín Domínguez Hervella: "Estoy orgulloso de mi trabajo y del servicio de anestesia que queda"

Fermín Domínguez Hervella (Ribadavia, 1954) se jubiló ayer y protagonizó un acto de despedida en el CHUO. El que fue jefe del servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del CHUO dejó la bata después de 46 años de profesión con infinitas anécdotas y halagos para un hospital que, “a pesar de ser pequeño, goza de un gran potencial”. Debido al cambio que toma su vida, hace un repaso de su carrera y las expectativas futuras que tendrá. ¿Cómo describiría todos estos años de servicio? He llegado a lo máximo que se puede llegar como clínico en la medicina pública. Más no puedo pedir. Tuve la gran suerte de hacer la especialidad aquí en Ourense, en un hospital pequeño, pero potente y muy completo. Salí con una formación muy buena. Al terminar mi especialidad conseguí una plaza en Málaga hasta que por cuestiones familiares regresé al hospital provincial. Después estuve en residencia y luego pasé a ser jefe de urgencias. Este puesto me dio cinco años muy provechosos y, en definitiva, hice como seis oposiciones en las que, finalmente, acabé en la jefatura de anestesia, mi territorio, donde me quedé los últimos 12 años. ¿Qué se lleva de estos años? Tanto urgencias como anestesia son servicios de choque con mucha presión y estrés. Ofrecemos un servicio transversal a otras especialidades. La clínica del dolor es una faceta nuestra muy importante. El paciente crítico, quirúrgico y politraumatizado de la provincia está a nuestro cargo desde hace 50 años y nuestra presencia es muy amplia. Por ello me llevo muchas anécdotas, sobre todo, mucho trote en quirófano, pacientes politraumatizados graves (que eso siempre me gustó mucho) y labores de gestión en comités. ¿Qué fue lo más complicado? Hacer bien las cosas es muy complicado. Pero el grueso de nuestro trabajo es el quirófano. Aquí es donde más presión asistencial hay. Los pacientes son cada vez más complicados. Nuestra provincia es la que más población envejecida tiene y sus patologías hay que tratarlas con más cuidado y control. Por esto también nuestros servicios son más imprescindibles. ¿Qué le diría a las nuevas incorporaciones en el servicio de anestesia? Nuestro servicio es muy compacto y completo. Ellos salen muy bien formados y lo sé por experiencia. Mi trabajo durante mi jefatura fue mantener el prestigio del servicio. ¿Qué debería mejorar la sanidad? Dos puntos: el recurso humano en muchas especialidades y el recurso material, ya que cuando se piden estos recursos, no son un capricho y la respuesta debería ser más ágil. ¿De qué se siente orgulloso? Creo que lo hice con dignidad. Trabajé para mejorar el servicio todo lo posible y los pacientes han sido los que me han aportado más satisfacciones. También me siento muy orgulloso de nuestro servicio de anestesia. La gente puede sentirse muy tranquila y somos una competencia a nivel mundial. ¿Expectativas? Quizá recuperar el inglés, viajar de nuevo, hacer rutas en moto. Todo lo que me permita la salud, que es lo más importante.n