El nuevo proyecto básico elaborado por el Ministerio de Fomento para construir la variante de alta velocidad de Cerdedo entre Ourense y Vigo contempla una inversión incluso superior a la prevista en anteriores documentos. La documentación, que se encuentra expuesta al público en las subdelegaciones del Gobierno en Ourense y Pontevedra prevé un fuerte aumento del presupuesto para construir este tramo, de 53,7 kilómetros y que está dividido a su vez en otras tres partes: Carballiño-Irixo, Irixo-Cerdedo y Cerdedo Barro.
Según la documentación aportada por Fomento, la realización de esta obra exigiría 1.548 millones de euros para el programa de ejecución material, que se incrementaría hasta 1.843 al añadirse un 13 por ciento de costes generales y otro seis por ciento de beneficio industrial. Sin embargo, la factura completa es todavía superior al añadirle el IVA, con lo que se pone en los 2.230 millones de euros para la licitación.
Esta cantidad supone un incremento muy notorio con respecto al estudio informativo y al primer proyecto básico que se elaboró para esta obra, en los que figuraban 1.500 y 1.800 millones de euros como presupuesto máximo. Sin embargo, Fomento contempla 'trocear' el tramo y dividirlo para que pueda ser adjudicado con inversiones más reducidas.
El cambio al alza en el coste del tramo se debe a la mejora del trazado y a la incorporación de nuevos viaductos y túneles. Así se pasó de que el 75 por ciento de este tramo se realizara por túneles y viaductos a subir este porcentaje hasta el 86 por ciento del total. El Ministerio justifica estas modificaciones en la necesidad de dar una mayor protección del entorno de las sierras y las orillas del Lérez.
El presupuesto destinado para todas las zonas 'sensibles' -como la Serra de Candán- se eleva a 15,7 millones de euros, un uno por ciento del presupuesto de ejecución material.
DISTRIBUCIÓN DEL PRESUPUESTO
El presupuesto global, distribuido por apartados, contempla invertir 1.600 millones de euros en la construcción de túneles y viaductos. Otros 88 millones se destinarían a la instalación de las dos vías y 31 millones más para la electrificación. A estas cantidades había que sumar otros 70 millones de euros para seguridad y 57 millones adicionales para instalaciones no ferroviarias.
Por lo que atañe a los plazos, la ejecución de esta variamente está muy lejos de su inicio. El proyecto que se presentó es un informe básico, no constructivo, que primero tendrá que ser avalado por el Ministerio de Medio Ambiente, proceso que puede demorarse hasta 18 meses, entrando ya en el año 2015. A partir de ahí, Fomento podría licitar el proyecto, unos nueve meses hasta su adjudicación, para iniciar las obras en 2016, siempre que haya partida consignada en los presupuestos del Estado.
Dada la complejidad de la obra a ejecutar, harían falta unos cinco años para su ejecución, por lo que podría estar terminada entre los años 2021 o 2022. Nunca antes. El plazo inicial que se había barajado para realizar esta obra era de 2012 0 2013, pero se fue alargando con parones y una tramitación administrativa que resultó inusualmente lenta.
Esta cantidad supone un incremento muy notorio con respecto al estudio informativo y al primer proyecto básico que se elaboró para esta obra, en los que figuraban 1.500 y 1.800 millones de euros como presupuesto máximo. Sin embargo, Fomento contempla 'trocear' el tramo y dividirlo para que pueda ser adjudicado con inversiones más reducidas.
El cambio al alza en el coste del tramo se debe a la mejora del trazado y a la incorporación de nuevos viaductos y túneles. Así se pasó de que el 75 por ciento de este tramo se realizara por túneles y viaductos a subir este porcentaje hasta el 86 por ciento del total. El Ministerio justifica estas modificaciones en la necesidad de dar una mayor protección del entorno de las sierras y las orillas del Lérez.
El presupuesto destinado para todas las zonas 'sensibles' -como la Serra de Candán- se eleva a 15,7 millones de euros, un uno por ciento del presupuesto de ejecución material.
DISTRIBUCIÓN DEL PRESUPUESTO
El presupuesto global, distribuido por apartados, contempla invertir 1.600 millones de euros en la construcción de túneles y viaductos. Otros 88 millones se destinarían a la instalación de las dos vías y 31 millones más para la electrificación. A estas cantidades había que sumar otros 70 millones de euros para seguridad y 57 millones adicionales para instalaciones no ferroviarias.
Por lo que atañe a los plazos, la ejecución de esta variamente está muy lejos de su inicio. El proyecto que se presentó es un informe básico, no constructivo, que primero tendrá que ser avalado por el Ministerio de Medio Ambiente, proceso que puede demorarse hasta 18 meses, entrando ya en el año 2015. A partir de ahí, Fomento podría licitar el proyecto, unos nueve meses hasta su adjudicación, para iniciar las obras en 2016, siempre que haya partida consignada en los presupuestos del Estado.
Dada la complejidad de la obra a ejecutar, harían falta unos cinco años para su ejecución, por lo que podría estar terminada entre los años 2021 o 2022. Nunca antes. El plazo inicial que se había barajado para realizar esta obra era de 2012 0 2013, pero se fue alargando con parones y una tramitación administrativa que resultó inusualmente lenta.
