ENTREVISTA CON ANTÓN PULIDO

"La frustración para un artista hoy es que no pueda vender su obra"

OURENSE. 06.02.2015. AFUNDACION, PINTOR ANTON PULIDO. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera El pintor ourensano Antón Pulido, delante de su obra. (MIGUEL ÁNGEL)

El artista ourensano inaugura este lunes, a las 20,00 horas en la sala de exposiciones Afundación, de la Praza Maior, una muestra antológica de toda su trayectoria artística

El artista ourensano Antón Pulido inaugura este lunes, a las 20,00 horas en la sala de exposiciones Afundación, de la Praza Maior, una muestra antológica de toda su trayectoria artística, resumida en 40 obras y comisariada por Paloma Vela. Pulido, que expuso por primera vez en el Museo Arqueológico de la mano de Ferro Couselo y a quien el color negro le interesa especialmente "porque da mucha luz", muestra obras que proceden de colecciones públicas, privadas y de la suya personal.

¿Hacer una antológica es un punto y ...?

Es un punto y seguido. Un resumen de 50 años de pintura sin escapar de ningún ismo, desde el impresionismo, el expresionismo y el fauvismo hasta la abstracción. Aquí enseñas, te desnudas y muestras toda tu pintura. Es muy importante para que el público vea toda tu trayectoria, desde los paisajes impresionistas de la sierra de Pena Trevinca y Casaio, hasta la nueva abstracción que estoy llevando en los últimos años por diversas partes del mundo, con próxima parada en Nueva York.

¿Cómo se resumen 50 años en 40 cuadros?

A mí me sería muy difícil, así que Paloma Vela, la comisaria, fue la que hizo la selección. El resultado es fantástico, estoy totalmente de acuerdo con ella.

Cuando se habla de una trayectoria, ¿es evolución o cambios?

Sin duda, se va evolucionando, no sólo en la técnica sino en las ideas y en lo que a tí te interesa como pintor. En un principio, pintas más lo que ves, yo que soy de la aldea y presumo de ello, pintaba las aldeas, los mínimos detalles. Para mí ahí todo es emoción y el transcurso del tiempo se siente, mientras que en la ciudad todo es repetitivo, no se nota ese paso, salvo por la hojas del calendario y las pastillas que tomas.

¿Influye la experiencia vital?

Sí, por supuesto que influye y es algo que se va notando de forma intuitiva, sin que tú hagas nada. Se ve en los cuadros. Si el artista es auténtico, pinta lo que le da la gana y como le da la gana, y así vas viendo las circunstancias del artista.

¿Qué distingue a un artista de una persona que pinta bien?

El que es artista va cogiendo su personalidad, su forma de expresarse. Cuando es un artista se ve que tiene algo que decir, algo que expresar, y lo hace. El problema del arte es, a veces, cuando la persona carece de uno de los dos pilares: o no tiene un mundo o no sabe expresarlo a través de la técnica que le interese. Y después tener suerte en la vida, como en todo.

¿Qué hay de positivo y de negativo en ser un artista ourensano?

No hay parte negativa. Todo es positivo, es más que positivo. Todos los que quieran hacer un doctorado del mundo de la cultura deberían venir a Ourense, es un pozo de sabiduría con incontables personajes destacables como Otero Pedrayo, Luis Trabazos, Ferro Couselo, Prego de Oliver o Faílde, sólo por decir algunos.

¿Hay que añorar el pasado? ¿Hay futuro cultural?

No hay nada que añorar. Ourense tiene futuro, y mucho. Los mejores artistas de Galicia están aquí pero, claro, el mundo actual es una lucha. No sólo para hacer arte, sino para la promoción del artista. Pero no es una cuestión ourensana, sino de todo el país. Para España es muy difícil meter en el mercado internacional a sus artistas. Pero el ourensano es artista ya por genética.

Los formatos de esta antológica, ¿qué significan para usted?

Son karmeses, una forma de expresar las emociones en la vida, de destacar la emoción positiva, aunque incluso dentro de la negativa, hay algo positivo. Después están los colores, me gustan los ocultos en los cuadros, aquellos que el que ve la obra no los percibe, pero que están ahí. Esos cuadros se ven como una sinfonía.

¿Y la figura que se repite?

Es el hombre, ese caminante que va siempre hacia adelante y que ni él sabe hacia dónde va, pero va, siempre con optimismo, nunca derrotado. Mis caminantes son fuertes, robustos, y siempre van caminando hacia el futuro.

¿Cuál es su seña de identidad?

El gesto, la pincelada. Creo que mis cuadros se diferencian porque mis gestos son muy míos y eso tal vez me hace distinguirme de los demás.

¿Hubiese querido esconder algo en esta antológica?

No, no me arrepiento absolutamente de nada. Todas las épocas me hacen ilusión. Hay gente que escapa de las primeras etapas y las esconde, pero yo no, porque son las raíces. Fueron la manera de empezar el camino del artista, y es lo que me interesa.

Ante la inauguración del lunes, ¿hay nervios?

No, ahora ya no. Las primeras exposiciones marcan mucho, hay muchos nervios porque te vas a mostrar y ahí está tu futuro. Pero llega un momento en que ya se ha superado y lo que le interesa a uno es ser auténtico con la manera de pintar, y si después encima le gustas a la gente, pues eso ya es extraordinario.

¿Hay que pensar en el público o en el comprador a la hora de pintar?

Nunca, nunca. El pintor que piense en un público, ha perdido o el pintor que piense en hacer un cuadro para vender. Tú tienes que imponer tu estilo al público, y éste es el que va viendo tu manera, tu caminar, y sobre todo, tu forma de hacer diferente. Es muy difícil en arte ser diferente, coger tu estilo propio, pero  eso es lo que tienes que hacer: buscar el camino y ser consecuente. Pero hoy estamos ciegos con toda la información que nos llega con Internet y todo nos influye.

¿Es posible un mundo sin arte?

Totalmente imposible. Eso sería el caos. No hay explicación para un mundo sin arte, con todo lo que esto conlleva.

¿La frustración es no vender o no gustar?

Eso sí que es una pregunta fácil de responder. La frustración para un artista hoy es que no venda, que no pueda vivir del arte. En estos últimos años desgraciadamente los recortes han sido terribles, y eso es una desgracia. El artista debería dedicarse solo a crear.

¿Dónde está ahora Pulido?

Siguiendo el camino de la abstracción. Trabajando diversas combinaciones de colores, intercambiando y jugando, porque el arte debe ser un juego. Hay gente que dice que sufre, yo no, si sufriera pintando, no lo haría, me dedicaría a otra cosa.  Lo bonito es que nunca sabes qué hacer, no sabes cómo trabajarás ese cuadro. Y es una gran aventura, tras pintar, reflexionas. Y eso da una gran alegría.

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