Dos hermanos fueron detenidos ayer tras agredir y amenazar a los dos policías locales que acompañaban a una comisión judicial que los desalojó de su vivienda en la calle Manuel Murguía de la ciudad. Los dos hombres, de 60 y 62 años, se opusieron al desahucio y tuvieron que ser reducidos.
El desahucio de una vivienda a la altura del número 32 de la calle Manuel Murguía acabó con los dos inquilinos, que son hermanos, en el calabozo de la Comisaría ourensana. Los dos hermanos, identificados como M.R.P. y E.M.P., de 62 y 60 años, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de lesiones y amenazas a los agentes.
El arresto se produjo a las 09.30 horas cuando una patrulla se desplazó a la vivienda para acompañar a la comisión judicial que iba a proceder al desahucio de los dos hombres y precintar el inmueble.
Los inquilinos se opusieron al desalojo y, según dio a conocer la Policía Local, mostrando una postura agresiva llegaron a agredir uno de los agentes, al que intentaron arrebatarle el arma reglamentaria, pero sin conseguirlo.
Ante tal actitud, los agentes tuvieron que reducirlos para colocarle las esposas y trasladarlos al calabozo, donde permanecían en la noche a la espera de prestar declaración en el Juzgado de guardia.
Mientras, la comisión judicial procedía al precintado de la casa, cumpliendo así una sentencia judicial firme.
La vivienda la reclaman como suya familiares de los dos desahuciados al corresponderle en una herencia.
El arresto se produjo a las 09.30 horas cuando una patrulla se desplazó a la vivienda para acompañar a la comisión judicial que iba a proceder al desahucio de los dos hombres y precintar el inmueble.
Los inquilinos se opusieron al desalojo y, según dio a conocer la Policía Local, mostrando una postura agresiva llegaron a agredir uno de los agentes, al que intentaron arrebatarle el arma reglamentaria, pero sin conseguirlo.
Ante tal actitud, los agentes tuvieron que reducirlos para colocarle las esposas y trasladarlos al calabozo, donde permanecían en la noche a la espera de prestar declaración en el Juzgado de guardia.
Mientras, la comisión judicial procedía al precintado de la casa, cumpliendo así una sentencia judicial firme.
La vivienda la reclaman como suya familiares de los dos desahuciados al corresponderle en una herencia.
