El sector hostelero ourensano considera que la posible modificación de la Ley Antitabaco para prohibir fumar en todos los establecimientos públicos causaría pérdidas en el sector. Además, reprochan al Gobierno la política errática que está realizando en esta materia, pues la normativa se implantó hace tres años y requirió obras para adaptar los locales que, de salir adelante el cambio, serían inútiles. Según los datos de venta de cajetillas, la Ley Antitabaco no provocó un descenso del consumo en Ourense.
El anuncio de una posible modificación de la Ley Antitabaco para extender la prohibición de fumar a todos los locales públicos ha causado una gran preocupación entre los hosteleros ourensanos. El presidente de la Federación de Hostelería, Ovidio Fernández Ojea, considera que esta modificación causará pérdidas a los establecimientos y supone un trastorno cambiar una ley que se implantó hace tres años. Según recuerda, la normativa fue traumática para muchos, ya fuese por la costosa adaptación o porque conllevó una fuerte reducción de la clientela en negocios como los de las galerías, donde no se permite fumar.
Fernández Ojea crítica la actuación errática que se está desarrollando en esta materia. Si se prohíbe fumar en todos los locales, que se hubiera hecho antes. Entonces sería una mala noticia, pero lo que no pueden hacer es estarlo cambiando.
Por ello, pide al Gobierno que consensúe la normativa con los hosteleros. El sector intentará razonar y salvaguardar los intereses de los negocios, apunta.
Mientras, el hostelero Luis Cid, uno de los más combativos en Ourense cuando entró en vigor la Ley Antitabaco, considera que no se legisló correctamente en esta materia. Cid considera discriminatorio que haya unos locales en los que se permita fumar y otros no. ¿Por qué en un aeropuerto se ubica un sitio para fumadores y en una galería no se puede fumar?, se pregunta. Según sus datos, en Ourense derivó en el cierre de un 40% de los bares ubicados en galerías. A su juicio, la prohibición se tendría que aplicar para todos o para nadie, si bien considera que es injusto que hace tres años se obligase a los establecimientos a modificar sus instalaciones y gastar dinero en unas obras que, si ahora se cambia la ley, serán inservibles. Concluye que, si realmente lo que importa es velar por la salud de los ciudadanos, se haga bien.
26,3 millones de cajetillas en 2008
La entrada en vigor de la Ley Antitabaco -el 1 de enero de 2006- no ha provocado un descenso del consumo en Ourense, según los datos del Comisionado del Mercado de Tabacos.
En la provincia se vendieron en 2005 un total de 25,1 millones de cajetillas, cifra que el primer año en vigencia de la nueva normativa creció a 25,8 millones. En 2007, los paquetes consumidos descendieron a 25,1 millones, mientras el año pasado volvieron a elevarse a 26,3 millones. Se estima que fuma un 30% de la población mayor de 17 años, lo que supondría unas 90.000 personas en Ourense y un consumo medio de cuatro cajetillas semanales.
Los hosteleros constatan que, en el caso de los locales que podían elegir si permitían fumar o no (los de menos de 150 metros cuadrados), la mayoría optaron por el sí, además de que tienen más clientela los establecimientos en los que está permitido fumar, pues, al elegir un local, los que fuman son los que acaban decidiendo.
Fernández Ojea crítica la actuación errática que se está desarrollando en esta materia. Si se prohíbe fumar en todos los locales, que se hubiera hecho antes. Entonces sería una mala noticia, pero lo que no pueden hacer es estarlo cambiando.
Por ello, pide al Gobierno que consensúe la normativa con los hosteleros. El sector intentará razonar y salvaguardar los intereses de los negocios, apunta.
Mientras, el hostelero Luis Cid, uno de los más combativos en Ourense cuando entró en vigor la Ley Antitabaco, considera que no se legisló correctamente en esta materia. Cid considera discriminatorio que haya unos locales en los que se permita fumar y otros no. ¿Por qué en un aeropuerto se ubica un sitio para fumadores y en una galería no se puede fumar?, se pregunta. Según sus datos, en Ourense derivó en el cierre de un 40% de los bares ubicados en galerías. A su juicio, la prohibición se tendría que aplicar para todos o para nadie, si bien considera que es injusto que hace tres años se obligase a los establecimientos a modificar sus instalaciones y gastar dinero en unas obras que, si ahora se cambia la ley, serán inservibles. Concluye que, si realmente lo que importa es velar por la salud de los ciudadanos, se haga bien.
26,3 millones de cajetillas en 2008
La entrada en vigor de la Ley Antitabaco -el 1 de enero de 2006- no ha provocado un descenso del consumo en Ourense, según los datos del Comisionado del Mercado de Tabacos.
En la provincia se vendieron en 2005 un total de 25,1 millones de cajetillas, cifra que el primer año en vigencia de la nueva normativa creció a 25,8 millones. En 2007, los paquetes consumidos descendieron a 25,1 millones, mientras el año pasado volvieron a elevarse a 26,3 millones. Se estima que fuma un 30% de la población mayor de 17 años, lo que supondría unas 90.000 personas en Ourense y un consumo medio de cuatro cajetillas semanales.
Los hosteleros constatan que, en el caso de los locales que podían elegir si permitían fumar o no (los de menos de 150 metros cuadrados), la mayoría optaron por el sí, además de que tienen más clientela los establecimientos en los que está permitido fumar, pues, al elegir un local, los que fuman son los que acaban decidiendo.
