Carlos P.P. (35 años), el investigado que ingresó en prisión por el accidente mortal ocurrido en la N-525 a las 11.14 horas del 7 de septiembre, supuestamente conducía a gran velocidad tras una noche con alcohol y cocaína. Así se desprende de las conclusiones aportadas por la Policía Nacional al juez instructor, sustentadas principalmente en las declaraciones de los testigos, y a las que tuvo acceso este diario. La principal, la realizada por un conocido del inculpado que asegura que iba con él en el Audi A4 tipo ranchera que provocó el siniestro después de compartir una ruta de bares desde las siete de la mañana, desde que coincidieron en un pub de Valle Inclán.
C.A.P.P. asegura que, tras rebasar el túnel bajo la glorieta de la calle Ervedelo, subiendo la pendiente, vieron delante a dos motoristas en fila que iban detrás de otro coche. Al ver que los iba a arrollar asegura que le dijo: "¡Pare, pare viejo!". El conductor intentó frenar pero se había aproximado demasiado a una de las motos, desequilibrando a su conductor, Jorge Miguel G.D., de 37 años, quien acabó impactando con la parte delantera del coche que lo embistió para caer después sobre la calzada. "Carlos en vez de frenar aceleró pasándole por encima al conductor de la motocicleta", confesó a los agentes. La víctima, pocos minutos después, murió por aplastamiento torácico.
"Pucha" mantiene que el acusado estuvo con ella en el bar, en su casa y comiendo el pulpo en Ribadavia
El testigo de cargo mantiene que le volvió a conminar para que se detuviera y le dejara bajar pero Carlos aceleró: "Cállate, que no tengo carné de conducir" (una sentencia se lo prohibía hasta junio de 2020 y tres días antes la Guardia Civil lo había pillado conduciendo). Poco después, el motor del coche comenzó a humear y se detuvieron en Couto Berredo tras realizar un cambio de sentido prohibido. A continuación, piloto y copiloto separaron sus caminos. "De repente el coche se paró porque echaba mucho humo; yo aproveché para bajarme y escapar, quedando Carlos intentando arrancar", asegura. Y continúa: "Estaba muy nervioso, llamé a un amigo al llegar a casa y juntos nos trasladamos hasta la Policía Local".
Asimismo, aportó un vídeo y cuatro fotografías realizadas pocas horas antes cuando estaban de fiesta en las que se ve a Carlos P.P. consumir cocaína en el interior del coche.
Pero la versión del supuesto autor del homicidio imprudente no coincide ya que Carlos P.P. mantiene que en ese momento estaba a 12 kilómetros del lugar del accidente, en el bar en el que trabaja su prima Josefa P.P. "Pucha", en Santa Cruz de Arrabaldo, a donde llegó a bordo de un BMW de su propiedad. Allí -sostiene- estaba a las 11.00 horas tras ir a la casa de su padre en O Polvorín a cambiare ropa y dejarle el Audi accidentado a su amigo, el mismo que lo delató.
Pucha confirmó su versión: estuvieron juntos desde las once de la mañana, en el bar, en su casa de Barbantes y después a las 18.00 horas se fueron a Ribadavia para comer pulpo. La Policía Nacional sostiene que miente, imputándole un delito de encubrimiento de homicidio.
Los agentes inspeccionaron las imágenes de las cámaras de una gasolinera y una cafetería en O Pino, en donde el copiloto asegura que estuvieron poco antes del accidente. Los fotogramas, según la Policía, contradicen a Calos P.P. y Pucha porque sitúa al primero (identificado por la ropa) y unAudi, de idénticas características y dos dígitos de la matrícula, entre las 10.41 y las 10.51 en la cafetería y no en O Polvorín.
