La venta de vino al extranjero tiene un nuevo obstáculo. El pasado 1 de agosto, entró en vigor una subida de impuestos en el Reino Unido a las bebidas alcohólicas. Este incremento de tasas afecta al sector vitivinícola ourensano: el país británico es el tercer comprador de las denominaciones de origen ourensanas. De hecho, compra casi una de cada cuatro botellas de vino valdeorrés vendidas en el exterior.
Las botellas de vino con un volumen de alcohol de entre el 11,5% y el 14,5%, según la británica Asociación Comercial del Vino y los Espirituosos (WSTA), se encarecerán 44 peniques. Al cambio de ayer, son algo más de 51 céntimos extra que funcionarán como una suerte de arancel. Uno de los propósitos del Gobierno del Reino Unido es desincentivar el consumo de bebidas alcohólicas, que serán gravadas dependiendo de su graduación.
La Denominación de Origen Valdeorras es, de los cuatro sellos ourensanos, la que se puede ver más afectada por esta circunstancia. “Todos los cambios legislativos que supongan aranceles para nuestros vinos siempre son preocupantes”, comenta José Ramón Rodríguez, presidente del Consello Regulador de la DO. La subida de impuestos llega justo cuando el mercado exterior vitivinícola se recuperaba del golpe que supuso el Brexit. “Sufrimos una caída en las exportaciones que se está recuperando en los últimos dos años. Si ahora nos vuelven a gravar, se va a notar en un descenso de ventas”, lamenta Rodríguez.
El Reino Unido representó el 12,3% de la internacionalización del vino ourensano en la campaña 2021-2022, según los datos de un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa). En total, en ese ejercicio salieron al exterior más de 1,23 millones de litros.
Teniendo en cuenta que la DO Ribeira Sacra también se extiende por tierras lucenses, las bodegas de las cuatro denominaciones comercializaron alrededor de 1.515 centenares de litros en el país británico. Es el tercer mayor mercado, solo por detras de Alemania (representa el 20%) y de Estados Unidos (19,4%). De los 1.515 hectolitros de vino que cruzaron el Canal de la Mancha, la mayoría procedían de Valdeorras (959). Le siguieron O Ribeiro (236), la Ribeira Sacra (200) y Monterrei (120).
Pero el gobierno del conservador Rishi Sunak no tiene pensado apoyar el consumo de vino, vista esta tasa. Al contrario: apuesta por la cerveza. Apenas se encarecerá cuatro peniques en el supermercado (cinco céntimos) y su precio seguirá igual en los bares, lo que podría incentivar su consumo a costa del vino ourensano.
El encarecimiento del vino en el Reino Unido es una mala noticia. “Cualquier tipo de impuesto que pueda funcionar como un arancel va a encarecer las exportaciones”, manifiesta Juan Manuel Casares, presidente del Consello Regulador de la DO Ribeiro: “Históricamente, y cuando lo digo es desde siglos, el Reino Unido es un mercado importante para el vino Ribeiro”.
Por otro lado, el presidente del CRDO Monterrei, Jonatán Gago, confirma que “se nota” la subida, pero que tratarán de “seguir con la exportación al mercado inglés, que siempre fue muy atractivo para nosotros”.
El contrapunto positivo está en el otro lado del Atlántico. Desde que la administración Biden retiró los aranceles al vino europeo que impuso el gobierno de Donald Trump, las exportaciones remontaron. “Entonces lo notamos muchísimo. No solo gravaron nuestros vinos, sino que había otros que no tenían aranceles. Te coloca fuera del mercado”, relata Rodríguez.
La internacionalización del vino ourensano, eso sí, se redujo ligeramente tras la pandemia. En la campaña 2018-2019 se habían vendido 1,38 millones de litros en el extranjero, frente a los 1,23 del último informe que publicó el Mapa. Gago comenta que las exportaciones “se mantuvieron, incluso han bajado algo. Tampoco podemos decir que sea significativo”.
Mientras tanto, Casares afirma que la DO Ribeiro se halla en una buena posición gracias a la labor del sector: “Está redundando en un aumento de ventas tanto en el Estado como en el extranjero”. De hecho, y según el Mapa, el vino comercializado en ambos mercados creció casi un 4% entre ambos ejercicios, hasta alcanzar los 2.036 millones de litros entre los cuatro sellos. Están por ver los resultados del último periodo y los que dejará el próximo: sus uvas ya se están vendimiando.
