Inspección de Trabajo busca fraude laboral en la vendimia

Reunión de la mesa de seguridad de la vendimia en la Subdelegación del Gobierno (MIGUEL ÁNGEL)
photo_camera Reunión de la mesa de seguridad de la vendimia en la Subdelegación del Gobierno (MIGUEL ÁNGEL)

Las sanciones pueden ir desde los 3.100 a los 10.000 euros, según la infracción de que se trate

El equipo de economía irregular de la Inspección de Trabajo en Ourense, que se ocupa de controlar las posibles personas que trabajen de forma fraudulenta en las vendimias de las cuatro denominaciones, ya está realizando controles en diversos puntos de la provincia desde el pasado 8 de este mes, fecha en que dio comienzo la recogida de la uva en determinadas zonas de la comarca de Valdeorras, la más adelantada en esta tarea.

Este equipo "está formado por dos personas que realizan su tarea, durante todo el periodo de vendimia, de forma aleatoria", según explica Pilar Sánchez, jefa de Inspección de Trabajo en Ourense.

Aunque las bodegas todavía están en los primeros días de la recogida de uva, desde Inspección de Trabajo señalan que "no tenemos constancia de ningún caso de fraude hasta el momento", certifica Pilar Sánchez.

Los posibles infractores se enfrentan a sanciones ciertamente elevadas, que van desde los 3.126 euros por tener un trabajador sin el alta laboral a los 10.000 euros por un extranjero sin autorización de trabajo o una persona que sea perceptora de la prestación por desempleo.

"Es lo elevado de estas sanciones lo que ha llevado a que en los últimos años se den menos casos de fraude" entre los trabajadores que realizan la vendimia en la provincia", señala la responsable provincial de Inspección de Trabajo.

Aunque estos controles se realizan aleatoriamente en cualquiera de las denominaciones, sí se reconoce por parte del servicio una mayor frecuencia en zonas más sensibles. En este sentido, no es lo mismo la vendimia en la Ribeira Sacra, donde las explotaciones son más familiares, que las del Ribeiro o Valdeorras, con cultivos más extensivos. En relación con este aspecto, Pilar Sánchez apunta que "por supuesto tenemos en cuenta, a la hora de realizar estas inspecciones, las circunstancias de cada explotación, y comprendemos que en un viñedo de carácter familiar puede haber gente de esa familia que esté echando una mano puntualmente".

Los controles se prolongarán hasta que finalice la campaña, a principios de octubre.

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