El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha vuelto a declarar la guerra contra los estorninos que daba por ganada el pasado 15 de noviembre. Jácome anunció ayer que tiene por objetivo convertir a Ourense en una "cidade hostil" para estos pájaros, algo que daba por hecho hace 7 meses, y volverá a apostar por el águila Harris para espantarlos de la zonas más conflictivas, donde causan perjuicios al vecindario, el forma de ruidos y excrementos. Si antes se asentaban en Os Remedios, ahora llegan al parque de San Lázaro.
"O ano pasado expulsámolos cando chegamos á alcaldía, alá polo mes de outubro", dijo Jácome, que ahora se marca un objetivo, en forma de "declaración de guerra": "Este ano imos expulsalos xa". El regidor recuerda que el ciclo migratorio de estas aves abarca de junio a marzo, pero con las medidas que usaron el año pasado "virán de novo, pero virán en menor cantidade".
Siete meses de tregua
Estas palabras de Jácome contrastan con lo que dijo el 15 de noviembre, como difundió en las redes de DO, donde aseguraba que el Concello "ganó la guerra a los 30.000 estorninos foráneos después de múltiples batallas". En la ciudad, según el informe hecho público entonces, quedaban tan solo los 500 "autóctonos" necesarios en la cadena trófica, que son "parte del ecosistema local". Jácome decía haber ganado una "guerra" y un "problema de salubridad de 15 años", con una inversión de 9.200 euros para la empresa contratada, que estuvo vigilantehasta marzo de 2020 y que usó, además del águila, sonidos y reflectores.
En el recuerdo queda todavía la actuación que el pasado mes de noviembre prometió el alcalde contra las palomas con patologías y sus problemas para la salud pública, sin resultados todavía conocidos.