La anulación del Plan de Urbanismo de 2003, el que impulsó el exalcalde Manuel Cabezas, también ha podido, al menos por el momento, con el proyecto de Eroski en A Farixa, aunque la empresa vasca lo tuviese paralizado desde el mes de mayo pasado, hace casi un año.
Una resolución del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Ourense anula la vigencia del permiso del proyecto básico de obra del centro comercial, por lo que tendrá que pedir una nueva licencia, trámite que puede emprender de nuevo al estar incluida el área de reparto de A Farixa en la ordenación provisional aprobada tras la caída del planeamiento urbanístico. El Concello de Ourense recibió ayer mismo la notificación de la resolución pero ha asegurado ya que recurrirá la anulación, independientemente de tramitar una nueva licencia para la promotora del centro comercial.
La anulación judicial repite, según el Concello, los argumentos esgrimidos en la resolución adoptada con el proyecto de Hipercor en Mariñamansa, cuyo visto bueno al proyecto básico de construcción también fue vetado por el juez tras los recursos contenciosos interpuestos contra el acuerdo municipal, adoptado in extremis horas antes de que el Supremo echase abajo el Plan de Urbanismo de 2003. De este modo, la licencia del proyecto básico fue vetada por haberse concedido en base a un planeamiento que también fue anulado posteriormente.
La caída de la licencia de Eroski no paraliza obra alguna porque la empresa vasca tiene parada la explanación de la parcela donde proyecta construir su gran centro comercial; es decir, ha dejado en el aire la ejecución del proyecto de urbanización, que había iniciado a comienzos de 2011. Pero supone una nueva complicación al largo listado de perjuicios que ocasionó, y todavía provoca, aquel controvertido planeamiento de la ciudad, que además de ser anulado por el Tribunal Supremo debido a irregularidades formales y a un cambio de planimetría en su tramitación para favorecer a promotores y constructores, ha obligado a planificar -por la Xunta y el Concello- una ordenación provisional que evitase el bloqueo urbanístico de la ciudad hasta la aprobación de un nuevo PXOM y que también ha sido ya recurrida por promotores y propietarios de fincas urbanas.
La concesión de una nueva licencia de obra en base a ese proyecto básico será tramitada en cuanto Eroski presente la nueva solicitud y, al igual que con Hipercor, el dictamen municipal será favorable a la concesión porque, según el Concello, hay jurisprudencia que garantiza la legalidad de un nuevo permiso.
La anulación judicial repite, según el Concello, los argumentos esgrimidos en la resolución adoptada con el proyecto de Hipercor en Mariñamansa, cuyo visto bueno al proyecto básico de construcción también fue vetado por el juez tras los recursos contenciosos interpuestos contra el acuerdo municipal, adoptado in extremis horas antes de que el Supremo echase abajo el Plan de Urbanismo de 2003. De este modo, la licencia del proyecto básico fue vetada por haberse concedido en base a un planeamiento que también fue anulado posteriormente.
La caída de la licencia de Eroski no paraliza obra alguna porque la empresa vasca tiene parada la explanación de la parcela donde proyecta construir su gran centro comercial; es decir, ha dejado en el aire la ejecución del proyecto de urbanización, que había iniciado a comienzos de 2011. Pero supone una nueva complicación al largo listado de perjuicios que ocasionó, y todavía provoca, aquel controvertido planeamiento de la ciudad, que además de ser anulado por el Tribunal Supremo debido a irregularidades formales y a un cambio de planimetría en su tramitación para favorecer a promotores y constructores, ha obligado a planificar -por la Xunta y el Concello- una ordenación provisional que evitase el bloqueo urbanístico de la ciudad hasta la aprobación de un nuevo PXOM y que también ha sido ya recurrida por promotores y propietarios de fincas urbanas.
La concesión de una nueva licencia de obra en base a ese proyecto básico será tramitada en cuanto Eroski presente la nueva solicitud y, al igual que con Hipercor, el dictamen municipal será favorable a la concesión porque, según el Concello, hay jurisprudencia que garantiza la legalidad de un nuevo permiso.
