Alejandru Marius Luca, de 19 años, natural de Rumanía pero con domicilio en A Cuña (Ourense), permanece desde las nueve de la noche de ayer en la prisión de Pereiro de Aguiar como presunto autor de la muerte al ex farmacéutico de Maceda, Tomás Milia Méndez, de 72 años, ocurrida el sábado en su domicilio, el piso 5-A del número 4 de la céntrica calle Curros Enríquez de la ciudad.
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense -estaba de guardia en la madrugada del pasado sábado cuando se produjo el crimen-, Leonardo Álvarez, decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito de homicidio o asesinato. Además, le imputa robo con violencia (se apoderó en la vivienda de varios relojes de oro), un delito de incendio grave (prendió fuego en un armario posiblemente para destruir pruebas y puso en riesgo a los vecinos) y un atentado contra agentes de la autoridad, al arrollar con su coche a un policía cuando abandonaba el lugar. Todas estas imputaciones le pueden suponer hasta 30 años de cárcel.
Alejandru Marius llegó al Pazo de Xustiza sobre las seis de la tarde en un furgón de la Policía Nacional, del que salió para prestar declaración ante el juez, tapándose el rostro con una capucha. En dependencias judiciales apenas estuvo dos horas, durante las que se negó a declarar y contestar a las preguntas, tanto del instructor como del fiscal Carlos Valenzuela, quien pidió que el joven ingresara en prisión.
El detenido había reconocido el crimen, tal y como dio a conocer ayer La Región, durante su declaración en Comisaría, donde estuvo asistido por un abogado de oficio. Ayer, su nuevo letrado, Eduardo Mazaira, dejó claro que momentos después pidió cambiar su versión. 'Está muy emocionado y en unas condiciones en las que no puede declarar', aseguraba el letrado, recordando que no testificará hasta que el juzgado levante el secreto de sumario y 'podamos conocer las pruebas de cargo, si sus huellas están en el arma homicida y las diligencias practicadas', afirmó el abogado.
El juez instructor abandonó sobre las ocho de la tarde las dependencias judiciales y, tras recordar los delitos que imputa al joven, dejó claro que de momento no va a levantar el secreto del sumario.
'LA GENTE NOS DA LA ESPALDA'
La llegada de Alejandru Marius al Pazo de Xustiza congregó a varias personas en las dos aceras de la calle Progreso. Entre el numeroso público estaba la madre del joven, una mujer de mediana edad con notables dificultades para expresarse en castellano. 'La gente que conocíamos nos está dando la espalda', afirmaba. 'No creo que mi hijo hiciera todo lo que dicen, no lo creo, porque no es una mala persona', lamentaba la mujer entre sollozos.
Marius Luca tiene otros tres hermanos y todos residen con sus padres en A Cuña. Su madre se dedica a las tareas domésticas y él asistió en los últimos meses a un curso de hostelería. También hace cuatro meses que obtuvo el carné de conducir.
Alejandru Marius llegó al Pazo de Xustiza sobre las seis de la tarde en un furgón de la Policía Nacional, del que salió para prestar declaración ante el juez, tapándose el rostro con una capucha. En dependencias judiciales apenas estuvo dos horas, durante las que se negó a declarar y contestar a las preguntas, tanto del instructor como del fiscal Carlos Valenzuela, quien pidió que el joven ingresara en prisión.
El detenido había reconocido el crimen, tal y como dio a conocer ayer La Región, durante su declaración en Comisaría, donde estuvo asistido por un abogado de oficio. Ayer, su nuevo letrado, Eduardo Mazaira, dejó claro que momentos después pidió cambiar su versión. 'Está muy emocionado y en unas condiciones en las que no puede declarar', aseguraba el letrado, recordando que no testificará hasta que el juzgado levante el secreto de sumario y 'podamos conocer las pruebas de cargo, si sus huellas están en el arma homicida y las diligencias practicadas', afirmó el abogado.
El juez instructor abandonó sobre las ocho de la tarde las dependencias judiciales y, tras recordar los delitos que imputa al joven, dejó claro que de momento no va a levantar el secreto del sumario.
'LA GENTE NOS DA LA ESPALDA'
La llegada de Alejandru Marius al Pazo de Xustiza congregó a varias personas en las dos aceras de la calle Progreso. Entre el numeroso público estaba la madre del joven, una mujer de mediana edad con notables dificultades para expresarse en castellano. 'La gente que conocíamos nos está dando la espalda', afirmaba. 'No creo que mi hijo hiciera todo lo que dicen, no lo creo, porque no es una mala persona', lamentaba la mujer entre sollozos.
Marius Luca tiene otros tres hermanos y todos residen con sus padres en A Cuña. Su madre se dedica a las tareas domésticas y él asistió en los últimos meses a un curso de hostelería. También hace cuatro meses que obtuvo el carné de conducir.
