La acusada envió hasta 135 cartas anónimas en las que decía que era un "hijo de la gran puta, asqueroso, drogata, sifilítico, viejo carnoso, porco ou rata de cloaca".
Un informe médico justificando una indisposición de la acusada para presentarse en la sala de vistas sirvió para aplazar el juicio contra María Ángela F.C., de 56 años, programado para ayer en el Juzgado de lo Penal 1. Por este motivo, quedó aplazado.
El ministerio público solicita una pena de dos años de prisión, independientemente de si los hechos que la llevarán a sentarse en el banquillo de los acusados se consideren constitutivos de un delito de amenazas o de coacciones. Por un delito de injurias, pide una condena de siete meses de multa a razón de 12 euros diarios. Además, la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a 500 metros durante un periodo de cinco años.
Según el ministerio público, la encausada, quien mantuvo una relación sentimental con Herminio Cereijo desde noviembre de 2008 hasta mediados de 2012, cuando éste fue teniente alcalde y alcalde en funciones del Concello de Manzaneda, le escribió hasta 135 cartas anónimas durante la relación, e incluso al concluirla. En los escritos, la mujer le decía que era un "hijo de la gran puta, asqueroso, drogata, sifilítico, viejo carnoso, porco, rata de cloaca, ladrón", entre otros calificativos Asimismo, según el fiscal, le avisaba de males futuros, amenazándolo con que lo iba a matar, que iba a rodar su cabeza por el pueblo o que volaría su casa, su perro y su taller, entre otras. Además, apunta el acusador público, que envió también dos misivas a su hermano y otra a un amigo de su pareja, así como dirigió otras dos a sí misma, también sin identificación.
Mantiene el fiscal que la acusada es también autora de 52 llamadas en las que la víctima contestaba y no recibía más respuesta que un bufido antes de colgar. Estas conexiones también se realizaron sin identidad, bajo número oculto.
En este periodo, Cereijo fue víctima también de pintadas en el cierre de su casa, así como del pinchazo de las ruedas de su vehículo. Ante estos hechos, y ante el temor de que las amenazas llegasen a efectuarse, denunció la situación.
Iniciada la investigación, la encausada fue detenida como presunta autora de los delitos que se le imputan, después de haber sido colocadas cámaras de vídeo en todos los buzones de la contorna a su lugar de residencia, siendo delatada por las grabaciones. Asimismo, las muestras de ADN recogidas en las cartas delataron su identidad.
