El cerco sobre los matrimonios de conveniencia se estrecha. No es, ni de lejos, lo que fue en años anteriores. Basta reparar en que los expedientes de matrimonio entre cónyuges mixtos -en los que un miembro de la pareja es español y el otro extranjero- han descendido como una gran piedra en el vacío. De los 206 expedientes de 2007 se pasó a los 128 de 2008 y a los 89 del pasado año. El coladero de otras años ha devenido en un embudo por el que es muy difícil meter un matrimonio 'blanco'.
La tendencia a atajar el fenómeno, aun con todas las dificultades que a veces plantea, como reconocen desde fuentes policiales, se advierte también en el número de uniones denegadas, producto de la menor predisposición al matrimonio mixto. Si a lo largo de 2008 la autoridad judicial instó a la denegación de 21 expedientes de matrimonio, el pasado año fueron 15. Un descenso del 28%. La mayoría se produjeron en el partido judicial de Verín, con hasta seis denegaciones. En Ourense llegaron a cuatro.
El guión es casi siempre el mismo en estas ocasiones, con un cónyuge extranjero comúnmente mujer, y en un alto porcentaje, de nacionalidad brasileña, según detallan desde la Fiscalía. Hay otras pautas que no fallan: detrás de esa unión hay de todo menos un vínculo afectivo. El objetivo perseguido por parte del miembro extranjero del matrimonio, admite generalmente tres posibilidades: adquirir de modo acelerado la nacionalidad española; lograr un permiso de residencia en España, o adquirir la reagrupación familiar de nacionales de terceros Estados.
Las alarmas habían saltado en 2007, de forma que en 2008 se intensificó la actuación para investigar este tipo de expedientes matrimoniales. La Fiscalía contó con la colaboración de la Policía Nacional, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Ourense, y también desde finales de ese año, pero sobre todo a lo largo de 2009, con el Obispado de Ourense. No en vano, se advertía una sinuosa tendencia: en algunas ocasiones, cuando desde el ámbito civil se denegaba la tramitación, los futuros contrayentes acudían al ámbito eclesiástico. Les salía a cuenta, porque llegó a producirse la contradictoria circunstancia de que uniones cuya tramitación había sido denegada en el ámbito civil por fraudulenta, se celebraba en el eclesiástico para, posteriormente, sin pasar por filtro alguno, ser inscritos como un matrimonio legal. Ello recomendó incorporar al Obispado como un interlocutor más en la persecución de las uniones de conveniencia.
matrimonios canónicos
Al menos en seis casos, el pasado año se incoaron diligencias preprocesales a petición del Obispado en relación a matrimonios canónicos, en los que se pedía información sobre la situación legal de los promotores. Posteriormente, las diligencias fueron todas ellas archivadas. Asimismo, a instancias en esta ocasión de la Policía Nacional, se incoaron diligencias sobre una personas que había sido expulsada, a la que se le denegó autorización para contraer matrimonio civil, y que sin embargo había contraído matrimonio canónico. Dichas diligencias también serían archivadas cuando se comprobó que los cónyuges vivían como pareja sentimental.
Actualmente, permanece en trámite una investigación de dos nulidades de matrimonio, una de ellas derivada del año 2008, puesto que la cónyuge no se encuentra en España. Casada por la iglesia en la localidad de Verín, con posterioridad se advirtió que se aportaron documentos falsos al expediente canónico.
El guión es casi siempre el mismo en estas ocasiones, con un cónyuge extranjero comúnmente mujer, y en un alto porcentaje, de nacionalidad brasileña, según detallan desde la Fiscalía. Hay otras pautas que no fallan: detrás de esa unión hay de todo menos un vínculo afectivo. El objetivo perseguido por parte del miembro extranjero del matrimonio, admite generalmente tres posibilidades: adquirir de modo acelerado la nacionalidad española; lograr un permiso de residencia en España, o adquirir la reagrupación familiar de nacionales de terceros Estados.
Las alarmas habían saltado en 2007, de forma que en 2008 se intensificó la actuación para investigar este tipo de expedientes matrimoniales. La Fiscalía contó con la colaboración de la Policía Nacional, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Ourense, y también desde finales de ese año, pero sobre todo a lo largo de 2009, con el Obispado de Ourense. No en vano, se advertía una sinuosa tendencia: en algunas ocasiones, cuando desde el ámbito civil se denegaba la tramitación, los futuros contrayentes acudían al ámbito eclesiástico. Les salía a cuenta, porque llegó a producirse la contradictoria circunstancia de que uniones cuya tramitación había sido denegada en el ámbito civil por fraudulenta, se celebraba en el eclesiástico para, posteriormente, sin pasar por filtro alguno, ser inscritos como un matrimonio legal. Ello recomendó incorporar al Obispado como un interlocutor más en la persecución de las uniones de conveniencia.
matrimonios canónicos
Al menos en seis casos, el pasado año se incoaron diligencias preprocesales a petición del Obispado en relación a matrimonios canónicos, en los que se pedía información sobre la situación legal de los promotores. Posteriormente, las diligencias fueron todas ellas archivadas. Asimismo, a instancias en esta ocasión de la Policía Nacional, se incoaron diligencias sobre una personas que había sido expulsada, a la que se le denegó autorización para contraer matrimonio civil, y que sin embargo había contraído matrimonio canónico. Dichas diligencias también serían archivadas cuando se comprobó que los cónyuges vivían como pareja sentimental.
Actualmente, permanece en trámite una investigación de dos nulidades de matrimonio, una de ellas derivada del año 2008, puesto que la cónyuge no se encuentra en España. Casada por la iglesia en la localidad de Verín, con posterioridad se advirtió que se aportaron documentos falsos al expediente canónico.
