Tráfico retenía anoche a los transportistas en las áreas de servicio de A Gudiña y A Mezquita
La nieve obligó ayer de nuevo a cerrar la autovía A-52, en A Mezquita, al paso de camiones. Tráfico activó el aviso rojo para este tipo de vehículos pasadas las siete y media de la tarde ante el riesgo de que quedasen atravesados o se saliesen de la calzada dada la intensidad con la que caían los copos. El resto de conductores debía circular con precaución a lo largo de un tramo de 20 kilómetros, los que separan el túnel de A Canda y el municipio de A Gudiña. Los agentes retenían a las ocho de la tarde a los camioneros y conductores de autobús en las áreas de servicio de A Gudiña y Riós. Mientras, varias quitanieves despejaban la calzada, lo que permitió restablecer la circulación pasadas las nueve y media de la noche, aunque los conductores debían circular con precaución. Esta situación ya se repitió en la mañana del pasado martes en la zona.
Los efectivos de emergencia incluida la Guardia Civil estaban ayer de nuevo en alerta por nevadas en cotas superiores a los 1.000 metros sobre el nivel del mar en las provincias de Lugo y Ourense. Temían que ya nevara durante buena parte de la jornada de ayer, pero lo que descargó fue abundante agua, dado que en la ciudad se recogieron 8,3 litros por metro cuadrado en seis horas, en O Carballiño cayeron 19,3 y en Riós, 17,8.
Cierre de O Invernadoiro
La nieve comenzó a caer insistencia a partir de las siete de la tarde en los municipios de A Gudiña, A Mezquita, Riós, Vilariño de Conso, A Veiga, Manzaneda, Chandrexa de Queixa, dado que la cota bajó a esa hora -estaba previsto en la alerta de Protección Civil- hasta los 800 metros. La Xunta de Galicia también decidió suspender todas las visitas de turistas al parque natural de O Invernadoiro (Laza y Vilariño de Conso) al estar los accesos cubiertos de nieve, con una capa, según dio a conocer el Ejecuctivo gallego, de cinco centímetros de espesor.
En la autovía A-52, en A Mezquita, trabajaban a las 21,00 horas cuatro quitanieves y dos camiones esparciendo sal para despejar la calzada y evitar la formación de placas de hielo.
Durante la jornada de ayer, el agua y el viento -en Carballeda de Valdeorras se alcanzó una racha de 103,7 kilómetros, la mas fuerte de Galicia- derribó un nogal que estaba medio seco en una finca de Vilamartín. El tronco y las ramas ocasionaron daños en las carrocerías de dos automóviles que estaban estacionado en una calle de la zona. El agua también provocó una salida de vía de un coche, en la que no hubo heridos, en A Gudiña.
