Las licencias de obra en Ourense tardan un año y medio

Sede de la Concejalía e Urbanismo, en el Casco Vello.
photo_camera Sede de la Concejalía e Urbanismo, en el Casco Vello.

Ourense es la ciudad de Galicia en la que más tarda en expedir una licencia de obra el departamento urbanístico

El tiempo de espera que soportan personas físicas y jurídicas para una licencia de obra en Ourense alcanza los 18 meses, la más alta de las siete ciudades gallegas, según los últimos datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). La legislación estatal recomienda un plazo máximo de tres meses para obras mayores y un mes para las menores. Ningún municipio gallego cumple, ya que la demora media en el conjunto de Galicia alcanza los 14 meses. “Los recursos humanos de los concellos no suelen estar acordes a la cantidad de trabajo y son puestos con mucha rotación y, en ocasiones, con limitada formación jurídica, una excesiva burocratización y falta de coordinación entre estamentos y falta de digitalización en la administración”, expone el presidente de Fegein, Benito Iglesias. 

La demora en la concesión de licencias de obras urbanísticas y de aperturas de negocios en la ciudad está lejos de llegar a la normalidad que ansían los distintos agentes sociales implicados. La Lei do Solo de Galicia de 2016 establece que la competencia para otorgar licencias “corresponde a los municipios” y que estas “se resolverán en tres meses”.  Ourense está lejos de cumplir. 

Las demoras superan, como mínimo, en cuatro veces el tiempo que estipula la normativa. Un año mínimo para recibir licencia en casos menos complejos, pero de media, la obra mayor se demora año y medio, como expone Fegein y otros agentes consultados. En casos extremos, tres años. 

El problema se achaca a la escasez de personal en Urbanismo -solo hay tres personas informando proyectos más una persona a media jornada, y dos asesores jurídicos-. Pero también se pone el foco en las demoras en informes sectoriales preceptivos en algunas obras que corresponden a otros departamentos municipales o administraciones. Esto hace que en muchos casos se tarde más de un año solo en informar el proyecto (emitir informes técnicos y jurídicos). El ritmo con el que se tramitan las autorizaciones siguen “lentos” e “inaceptables”, coinciden constructores, arquitectos, propietarios de fincas urbanas o abogados urbanísticos. La Asociación de Constructores ha reclamado recientemente la agilización de licencias de obra y autorizaciones de inicio de actividad, cuyo retraso genera “desmotivación empresarial”. Piden transparencia y trazabilidad para “identificar atrasos” e incrementar los supuestos de “silencio positivo”. 

Precisamente, el presidente del Colegio de Arquitectos de Ourense, Rafael Castro, que ya definía a Ourense como la ciudad de las oportunidades perdidas, sostiene que el segundo gran problema para su sector, después del “exceso de normativa”, es “la tardanza a la hora de facilitar las licencias, que a muchos promotores es algo que les echa para atrás”.

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