El plan del gobierno verinense es recuperar el uso original del edificio
En Verín, el nuevo gobierno municipal, se ha encontrado con un patrimonio de inmuebles que poner en valor. Fracasado el proyecto de convertir en hotel el Balneario de Caldeliñas, en donde en diez años, entre 2005 y 2015, se han invertido medio millón de euros, el Concello asumió en febrero pasado la propiedad de unas ruinas para las que no había un plan. Sí lo hay para el edificio de la lonja agropecuaria, que se construyó a principios de siglo (costó entonces más de 600.000 euros). Fue alquilado por un empresario del sector de la alimentación como restaurante (pagaba 1.500 euros al mes) y desde 2013 está cerrada. Ahora se piensa en retomar su uso original. Son mil metros de nave con un amplio aparcamiento exterior.
En O Carballiño, además del Parque de Bomberos, al que ya se destinaron 660.000 euros en 2012 y necesita 2 millones más para equipamiento, están pendientes de abrir el Museo do Papel, en la antigua fábrica, ya acondicionada una vez por la Xunta, pero cerrada por un embargo judicial y que ahora necesita más trabajos. En Ribadavia, el Museo do Viño, terminado en 2008, recibió el sábado un impulso de la Xunta y la Diputación.
