Pasados tres años desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco, las ventas de cigarrillos descendieron un 27%

La lucha contra los malos humos

Desde que a finales del siglo XVIII el consumo del 'Tabaco Humo' se popularizó en toda España (aunque en Galicia con cierto retraso, debido a su propia estructura socio-demográfica) en detrimento de otras modalidades principalmente el conocido como 'Polvo', es mucho el humo que ha sobrevolado por nuestro ambiente (de ocio o de trabajo), y ha sido inhalado bien de forma directa o indirecta. Es precisamente en esta etérea presencia, el humo, en la que paradójicamente se materializa la lucha contra los perniciosos efectos que la ciencia ha sido capaz de asociar al consumo del tabaco.
La actual legislación lucha contra la exposición al humo, entre otros elementos, porque al abordar la exposición a éste, se ataca también a las nocivas sustancias que vehicula.


UNA BREVE BIOGRAFÍA

Tres años atrás, en enero de 2011, entraba en vigor la Ley 42/2010, referida a la prohibición de fumar en establecimientos colectivos que no se encuentren al aire libre, como lo son los bares; así como en lugares abiertos específicos: los centros educativos, sanitarios y deportivos, así como las zonas de juego infantil en los parques públicos. En realidad, este aparato legislativo constituye un continuación de su predecesora, la Ley 28/2005, que ya contemplaba la prohibición para el consumo de tabaco en sitios muy concretos, tales como centros culturales o lugares de trabajo; así como la restricción en otros espacios, como los pertenecientes a la hostelería, que debieron acometer reformas para diferenciar las zonas 'habilitadas' específicamente para fumadores.

VARÍA EL CONSUMO Y SE MODIFICA EL HÁBITO

Los números de consumo de tabaco en Galicia se muestran contundentes: la media de consumo diario se ubica en los 13 cigarrillos; el 40% de la población gallega de más de 15 años fuma o ha fumado,y un 20% lo hace a diario; de este colectivo que fuma a diario, el 40% consume 20 o más cigarros cada día. Son tan sólo unos datos que reflejan el importante volumen de consumo de tabaco que experimenta la población de Galicia, todo ello tomado de la Encuesta Nacional de Salud publicada por el Instituto Nacional de Estadística para el periodo 2011-2012.

A pesar de la modificación implementada por la actual legislación, el resultado en el consumo de tabaco tiene una lectura desigual: no todos los ítems han experimentado una disminución. Para el territorio de Galicia, la edad media de comienzo de consumo diario de tabaco se mantiene en los 17 años, tanto en 2006 como en la actualidad. Dentro de las cifras vertidas por la Encuesta Nacional de Salud, en el ítem 'Consumo actual respecto a los dos años anteriores', si comparamos los años 2006 frente a 2012, nos encontramos que en 2006 un 18% de los fumadores gallegos decían consumir más, frente al 15% que revela hacerlo en 2012. Por otra parte, quienes dicen consumir menos constituían el 34% frente al 32% reciente. Por último, quizás la cifra más relevante se refiere a quienes manifiestan un patrón de consumo similar en los dos últimos años, frente al 47% del 2006, nos encontramos con el 51% de 2012, lo que tal vez nos pueda servir para establecer la afirmación que el consumo se mantiene dentro de una variación apenas destacable, con una modificación de los patrones que exhibe el hábito, como consecuencia de la prohibición de hacerlo en determinados espacios.


CAE LA VENTA, CAE LA FACTURACIÓN

La lectura que es posible hacer acerca de la evolución del mercado del tabaco, visto en cifras para la provincia de Ourense, ofrece igualmente una lectura desigual. La evolución puntual del año 2013, exceptuando los datos de diciembre, aún por contabilizar, no muestra una progresiva caída, con un leve repunte en la época de verano, que apenas puede contener el declive experimentado.

Las ventas de cigarrillo, tomada en numero de cajetillas, caen ligeramente 2013 frente a 2012, lo cual puede parecer un dato alentador, pero, sin embargo, ya experimenta una drástica caída acumulada con respecto a los ejercicios anteriores; otro tanto ocurre con la recaudación acumulada en millones de euros, ello, paradójicamente pese al aumento del precio que constantemente el tabaco ha ido experimentado durante los últimos años.


ESTADÍSTICAS CONTUNDENTES

Los números que es posible considerar, asociados a la estimación de la mortalidad atribuida al consumo del tabaco son pavorosos. Es posible atribuir a esta práctica, desde una estimación, que el 60% de los fallecimientos por cáncer de esófago son debidos a la intervención del tabaco sobre el organismos. Otro tanto puede estimarse: 62% en caso de cáncer de labio, cavidad oral y faringe; 66% en cáncer de laringe; 73% en las llamadas enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); y, por últim, el más lacerante: un 80% para cáncer de tráquea, pulmón y bronquios.


CIGARRILLO ELÉCTRÓNICO

Finalmente, en la actualidad y no sin cierta polémica, ha comenzado a popularizarse el conocido como 'cigarrillo electrónico', un dispositivo que mediante un sistema eléctrico, calienta y vaporiza un preparado líquido, que finalmente es aspirado y que puede contener bien una solución simplemente aromática o bien con nicotina.

Al respecto, las distintas organizaciones exhiben un profundo desencuentro entre la inocuidad del dispositivo y su validez como elemento alternativo en una terapia de sustitución del tabaco de humo real. Pese a la novedad por su reciente aparición, la legislación actual ya comienza a orientarse hacia la prohibición de su uso en determinados espacios como centros sanitarios y escolares, así como en espacios de trabajo o de transporte público, en una discusión que se adivina será larga y polémica, como todas las normativas que hasta ahora se ha buscado implementar.

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