Luisa Pena llegó al Parque Tecnológico en 1994 y, tras pasar por diversos puestos de administración, acaba de ser nombrada gerente. Sustituye en esta responsabilidad a Ricardo Capilla, ahora director xeral de I+D. La prioridad de su trabajo será culminar la ampliación de la Tecnópole, ya que actualmente las parcelas están ocupadas en un 90% y tiene necesidad de suelo para atender la creciente demanda de empresas que quieren instalarse.
¿Qué objetivos se marca como gerente del Parque?
Lo prioritario es culminar la ampliación del Parque Tecnológico, pero también seguimos trabajando en la oferta de servicios avanzados para empresas y participando en proyectos para favorecer su competitividad.
En concreto, ¿qué servicios ofrecen?
Cada año hacemos una encuesta a las empresas y, en función de las demandas que nos transmiten, desarrollamos proyectos que les sirvan en su día a día. Por ejemplo, en la oficina de información de proyectos asesoramos de forma gratuita a las empresas para conseguir financiación y buscamos subvenciones. Además, tenemos una oficina de planes de viabilidad o un servicio de idiomas.
¿En qué proyectos trabajan?
Recientemente empezó a funcionar el edificio Tecnópole I, que tiene un equipamiento de laboratorio muy completo para hacer investigación en el sector de biotecnología. También somos jefes de fila en un proyecto europeo, ER Innova, dirigido a mejorar la competitividad de las empresas del sector de energías renovables. Mientras, el proyecto Copit fomenta la colaboración entre parques tecnológicos e industriales -en concreto, con los de Sabón y San Cibrao das Viñas-, para dinamizar la competitividad de las empresas.
Con respecto a la ampliación, ¿qué plazos contemplan?
Ya tenemos el proyecto de urbanización y el 80% de los terrenos. El 20% restante está pendiente de expropiar y esperamos que el proceso termine en lo que queda de año, para empezar las obras en 2010. La ejecución tendrá un plazo de 18 meses, con lo que a mediados o finales de 2011 podría estar ya disponible.
¿Qué acciones están realizando para atraer empresas?
De momento no podemos hacer mucho, porque en el Par que sólo quedan parcelas sueltas. Si viene una empresa que necesita mucho espacio, no tenemos para ofrecerle y en la ampliación es complicado si aún no está hecha. Hay empresas que preguntan, pero tenemos que decirles en qué punto estamos. Hubo algo de retraso por el cambio de Gobierno, pero ya está en marcha.
Hasta hace poco se criticaba que las empresas del Parque tenían un bajo perfil innovador, aunque eso está cambiando. ¿Se van a priorizar actividades?
El Parque es multisectorial, la demanda lo determina. Más del 30% son empresas TIC, pero también destacan las de energías renovables y biotecnología. Los criterios son los mismos: que haya una labor importante de I+D+i y respeto medioambiental. La ampliación va en esa línea. ¿Cuál es el grado de continuidad de las empresas que nacen en los nidos? En los últimos años varias empresas que surgieron en los nidos se instalaron en parcelas. También hay otras que nacen aquí pero, por su actividad, no necesitan una parcela y optan por irse fuera del Parque.
También quieren reducir la dependencia económica con respecto a la Xunta. ¿En qué nivel se encuentran?
Vamos siempre en el camino de autofinanciarnos, de depender cada vez menos. El año pasado, la subvención de la Xunta no llegó al 40% de los ingresos totales del Parque. El resto procedió de servicios prestados y de la participación en proyectos que están financiados.
¿Supone un lastre para el desarrollo de la Tecnópole estar en Ourense y no en otra región en la que se pudiera trabajar con mayor dinamismo?
Para nada. Actualmente Ourense está muy bien situado gracias a las autovías, y el AVE llegará pronto. Cuando no había las comunicaciones de hoy, costó hacer entender a la gente el sentido que tenía un Parque Tecnológico en Ourense. Ahora se ve que fue un éxito, es el lugar ideal.
¿Qué ofrece el Parque para combatir la falta de iniciativa emprendedora en Ourense?
Damos un apoyo completo a los emprendedores desde el principio. Además, hay una preincubadora de empresas para que gente de la Universidad venga aquí a desarrollar sus proyectos, que aún no son empresas pero que podrían serlo, y le cedemos un espacio gratuito durante unos meses y tutorías de la Universidad y el Parque.
El Campus acaba de inaugurar aquí su Centro de Investigación, Transferencia e Innovación. ¿Qué carencias había en la relación con la Universidad?
El CITI tiene ya ocho de sus doce grupos de investigación funcionando, y unos novedosos equipamientos a disposición de la investigación. Y la ubicación en el Parque Tecnológico es estratégica, porque está junto a las empresas y otros centros tecnológicos. La relación con la empresa era escasa y el CITI la facilita muchísimo. Empresas de la Tecnópole se pronunciaron en contra de la supresión de Física. ¿Qué opina al respecto? Creo que es un tema muy complejo que debería resolver la Universidad. Tecnópole no tiene mucho que decir y preferimos que lo hagan las empresas, que deben expresar cuáles son sus demandas.
La crisis va a condicionar los recursos de I+D el próximo año. ¿Cómo les afectará?
En 2008, las empresas del Parque dedicaron el 18% de su gasto y el 19% de su personal a I+D+i, e iniciaron 122 proyectos de investigación. Si la financiación estatal se ve reducida, hay que buscarla en otro lugar. Hay mucho dinero en Europa que en Galicia se está desaprovechando, creo que por la complejidad en la gestión, pero aquí prestamos este tipo de apoyo para conseguirlo.
¿Afecta la crisis a las empresas del Parque o, por su carácter innovador, no la sufren tanto?
No todas las empresas se ven afectadas igual. De una manera u otra sí repercute, pero incide menos que en otras áreas empresariales e industriales.
Lo prioritario es culminar la ampliación del Parque Tecnológico, pero también seguimos trabajando en la oferta de servicios avanzados para empresas y participando en proyectos para favorecer su competitividad.
En concreto, ¿qué servicios ofrecen?
Cada año hacemos una encuesta a las empresas y, en función de las demandas que nos transmiten, desarrollamos proyectos que les sirvan en su día a día. Por ejemplo, en la oficina de información de proyectos asesoramos de forma gratuita a las empresas para conseguir financiación y buscamos subvenciones. Además, tenemos una oficina de planes de viabilidad o un servicio de idiomas.
¿En qué proyectos trabajan?
Recientemente empezó a funcionar el edificio Tecnópole I, que tiene un equipamiento de laboratorio muy completo para hacer investigación en el sector de biotecnología. También somos jefes de fila en un proyecto europeo, ER Innova, dirigido a mejorar la competitividad de las empresas del sector de energías renovables. Mientras, el proyecto Copit fomenta la colaboración entre parques tecnológicos e industriales -en concreto, con los de Sabón y San Cibrao das Viñas-, para dinamizar la competitividad de las empresas.
Con respecto a la ampliación, ¿qué plazos contemplan?
Ya tenemos el proyecto de urbanización y el 80% de los terrenos. El 20% restante está pendiente de expropiar y esperamos que el proceso termine en lo que queda de año, para empezar las obras en 2010. La ejecución tendrá un plazo de 18 meses, con lo que a mediados o finales de 2011 podría estar ya disponible.
¿Qué acciones están realizando para atraer empresas?
De momento no podemos hacer mucho, porque en el Par que sólo quedan parcelas sueltas. Si viene una empresa que necesita mucho espacio, no tenemos para ofrecerle y en la ampliación es complicado si aún no está hecha. Hay empresas que preguntan, pero tenemos que decirles en qué punto estamos. Hubo algo de retraso por el cambio de Gobierno, pero ya está en marcha.
Hasta hace poco se criticaba que las empresas del Parque tenían un bajo perfil innovador, aunque eso está cambiando. ¿Se van a priorizar actividades?
El Parque es multisectorial, la demanda lo determina. Más del 30% son empresas TIC, pero también destacan las de energías renovables y biotecnología. Los criterios son los mismos: que haya una labor importante de I+D+i y respeto medioambiental. La ampliación va en esa línea. ¿Cuál es el grado de continuidad de las empresas que nacen en los nidos? En los últimos años varias empresas que surgieron en los nidos se instalaron en parcelas. También hay otras que nacen aquí pero, por su actividad, no necesitan una parcela y optan por irse fuera del Parque.
También quieren reducir la dependencia económica con respecto a la Xunta. ¿En qué nivel se encuentran?
Vamos siempre en el camino de autofinanciarnos, de depender cada vez menos. El año pasado, la subvención de la Xunta no llegó al 40% de los ingresos totales del Parque. El resto procedió de servicios prestados y de la participación en proyectos que están financiados.
¿Supone un lastre para el desarrollo de la Tecnópole estar en Ourense y no en otra región en la que se pudiera trabajar con mayor dinamismo?
Para nada. Actualmente Ourense está muy bien situado gracias a las autovías, y el AVE llegará pronto. Cuando no había las comunicaciones de hoy, costó hacer entender a la gente el sentido que tenía un Parque Tecnológico en Ourense. Ahora se ve que fue un éxito, es el lugar ideal.
¿Qué ofrece el Parque para combatir la falta de iniciativa emprendedora en Ourense?
Damos un apoyo completo a los emprendedores desde el principio. Además, hay una preincubadora de empresas para que gente de la Universidad venga aquí a desarrollar sus proyectos, que aún no son empresas pero que podrían serlo, y le cedemos un espacio gratuito durante unos meses y tutorías de la Universidad y el Parque.
El Campus acaba de inaugurar aquí su Centro de Investigación, Transferencia e Innovación. ¿Qué carencias había en la relación con la Universidad?
El CITI tiene ya ocho de sus doce grupos de investigación funcionando, y unos novedosos equipamientos a disposición de la investigación. Y la ubicación en el Parque Tecnológico es estratégica, porque está junto a las empresas y otros centros tecnológicos. La relación con la empresa era escasa y el CITI la facilita muchísimo. Empresas de la Tecnópole se pronunciaron en contra de la supresión de Física. ¿Qué opina al respecto? Creo que es un tema muy complejo que debería resolver la Universidad. Tecnópole no tiene mucho que decir y preferimos que lo hagan las empresas, que deben expresar cuáles son sus demandas.
La crisis va a condicionar los recursos de I+D el próximo año. ¿Cómo les afectará?
En 2008, las empresas del Parque dedicaron el 18% de su gasto y el 19% de su personal a I+D+i, e iniciaron 122 proyectos de investigación. Si la financiación estatal se ve reducida, hay que buscarla en otro lugar. Hay mucho dinero en Europa que en Galicia se está desaprovechando, creo que por la complejidad en la gestión, pero aquí prestamos este tipo de apoyo para conseguirlo.
¿Afecta la crisis a las empresas del Parque o, por su carácter innovador, no la sufren tanto?
No todas las empresas se ven afectadas igual. De una manera u otra sí repercute, pero incide menos que en otras áreas empresariales e industriales.
