El organismo entiende que "mejora el plan aprobado en el primer ciclo" además de avanzar "de manera significativa" los planes aprobados en 1998.
El borrador del nuevo Plan de Cuenca, aprobado por el consejo del agua de la demarcación hidrográfica del Miño-Sil, mejorará la colaboración con las autoridades portuguesas, con las que se gestiona conjuntamente masas de agua transfronterizas, para cumplir con los objetivos medioambientales trazados por la UE.
El borrador del nuevo plan hasta llegar hasta aquí "ha cumplido escrupulosamente con la tramitación que marca la ley y se ha sometido a un amplio proceso de información pública", según informa la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que se ha saldado con la incorporación de 210 de las 375 alegaciones formuladas, un 56 % del total.
El plan incluye avances en la identificación de todas las masas de agua, tanto superficiales como subterráneas; las actualizaciones de los inventarios de recursos hídricos -teniendo en cuenta las aportaciones provenientes de la parte portuguesa- y de zonas protegidas, más coherente con la información de Red Natura.
La principal partida de la inversión, 300 millones, se destinará al cumplimiento de los objetivos medioambientales. Del resto de los 426 millones de euros, 44 irán a la gestión de fenómenos extremos (inundaciones y sequías), otros 44 a la mejora del conocimiento y la gobernanza, además de 36 a la atención de las demandas.
