ESTACIÓN DE ESQUÍ

Manzaneda inicia una nueva era y se equipara a las grandes estaciones

Con una treintena de cañones, podrá competir con otras infraestructuras del noroeste, que ya disponen de este sistema

La estación de montaña de Manzaneda sube de categoría y llega al nivel de algunas de las grandes instalaciones para la práctica de esquí en toda España. La llegada de los 29 cañones de innivación artificial, cuyas pruebas está previsto que se retomen hoy si el tiempo lo permite, equipara a la única estación de Galicia y el norte de Portugal con otras de la península ibérica que cuentan con este sistema desde hace años, como La Molina (Girona), Baqueira Beret (Lleida), Masella (Girona) , Formigal-Panticosa (Huesca) o Alto Campoo (Palencia).

Una nueva era se abre en Ourense, lo que permitirá atraer a turistas de invierno durante más tiempo y sin la necesidad de mirar al cielo continuamente. Este sistema llega para evitar el cierre o la falta de actividad en los inviernos secos. Gracias a esto, otras estaciones de montaña de España consiguieron abrir durante años pese a los problemas meteorológicos. El primer cañón en Europa se instaló en Flaine (Francia)  en 1973, llegados desde el otro lado del "charco", en Estados Unidos, donde el primer dispositivo se puso en marcha en 1950. En realidad, muchos expertos desechan el calificativo de "artificial", ya que la nieve que sale de los cañones es tan real como la "natural". No tiene la cristalización habitual, pero no deja de ser agua congelada impulsada con cañones. 

Hoy ya hay más de 4.600 cañones de nieve instalados por las pistas de invierno de España y ya suponen casi cuatro de cada 10 kilómetros esquiables. Hace dos inviernos, en plena sequía, estaciones como Baqueira Beret –la que cuenta con mayores dispositivos– no podrían haber abierto sin este sistema. A día de hoy, estos cañones de nieve se han convertido en esenciales para completar con éxito las temporadas de esquí, en la que Manzaneda no podía quedarse atrás. 


En alto campo, campaña espectacular


Con la nueva etapa que inicia la estación de montaña de referencia de Galicia, se ahonda en la estrategia que organismos como la Diputación o el Instituto Ourensán de Desenvolvemento Económico (Inorde) buscan durante los últimos años: la desestacionalización del turismo. 

Así, Manzaneda podrá aumentar los días de nieve y de apertura al público, siguiendo la estela de otras estaciones. 

Uno de los casos más recientes es el de Alto Campoo (Cantabria), que consiguió aumentar desde 75 a 147 días la primera temporada con cañones, el año pasado,  ganando más de 25.000 usuarios.   Ahora,  la estación de montaña ourensana mirará de frente a esa estación –se calcula que los días de actividad pasarán de 70 a  120– y otras de la Cordillera Cantábrica,  con las que competirá en igualdad de condiciones.  

Manzaneda es la cuarta en kilómetros de pistas esquiables (16,75) del sistema Cantábrico, pero ahora puede atraer más público, ya que será más competitiva con los 29 cañones instalados por Copasa. 

La primera estación del noroeste, Alto Campoo, cuenta con 85 cañones,  San Isidro tiene 57 y Valgrande-Pajares (Asturias), 89. Otras más pequeñas que Manzaneda también disponen de este sistema, como Leitariegos (León), con 68 cañones, o Lunada (Burgos),  con uno. En el caso de Fuentes de Invierno (Asturias), no los han instalado. 


Ilusión de empresarios y hosteleros


Nieve e innivación artificial invitan a pensar en una inyección económica para unas comarcas deprimidas como las del Macizo Central. "La nieve supone casi todo para el oriente provincial. Ya pensando en el sector hostelero, supone sostenibilidad en todo el recorrido, incluidos los pueblos intermedios", comenta el presidente de la Federación de Hostelería de Ourense, Ovidio Fernández. El empresario ourensano confía en que el nuevo sistema de innivación artificial dé los resultados perseguidos y "que sea el empuje que la zona necesita", destacando la interrelación de la estación de montaña y la Ribeira Sacra.

La llegada de esquiadores y familias buscando la nieve también se aprecia en la capitalidad provincial. "Los hosteleros con negocios en la carretera de Trives comentan que sube mucha gente de Portugal cuando hay nieve. Quizá, en la ciudad se aprecia menos, porque el cliente viene de paso y no dice adonde va",explicaron en la Unión de Hosteleros Ourensanos. 

Por su parte, Flora Castro, presidenta de la Federación de Empresarios Terra de Caldelas, recordó los tiempos "en los que la nieve atraía tanta gente. No se aprovechó todo el potencial. A nivel de hostelería supone todos los locales llenos y una repercusión indirecta en el resto de negocios".

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