María Ligor, embajadora de Rumanía, analiza las características de una emigración de ida y vuelta

María Ligor: ‘El que los rumanos regresen a su país no sólo es posible, también es muy probable’

’Rumanía, emigración de ida y ¿vuelta?’. Este tema centró la participación de la embajadora extraordinaria de Rumanía en España, María Ligor, en el Foro La Región. Su charla comenzó con una breve reseña sobre la historia de un país, hoy miembro de la Unión Europea, todavía muy desconocido, y evidenció cómo la situación económica rumana marca el desarrollo de sus acontecimientos: en sus momentos más difíciles provocó la fuerte emigración de rumanos a España y ahora, con una tendencia al alza del mercado laboral, se prepara para la operación retorno.
Desde 2007 Rumanía es un país más de la Unión Europea y hoy su perfil viene marcado, precisamente, por su actual condición de estado comunitario (para lograr su adhesión ha sufrido muchas transformaciones y como adherido las sigue protagonizando). La plaza de la revolución rumana de 1989 es hoy una plaza igual de animada, ‘pero por razones muy diferentes’ (conciertos, actividades culturales). La ciudad de Sibin se ha convertido en un ‘ejemplo de supervivencia’ y tras asaltos y otros infortunios ha llegado a ser la ‘Capital de la cultura europea 2007’. Un antes y un después en el desarrollo económico, social y cultural de Rumanía que también marca un antes y un después en su movimiento migratorio.

La conferencia de María Ligor, embajadora de Rumanía, en el Foro La Región sobre la emigración y la historia de ese país sirvió para evidenciar que muchas cosas han cambiado desde los años 90, cuando Rumanía atravesaba su momento económico más difícil y los rumanos protagonizaron su mayor huida hacia España (hoy viven alrededor de 600.000) atraídos, dijo, por la buena situación económica de este país y por la afinidad de la lengua, cultura y mentalidad. Pero en los últimos años y con ese horizonte de la UE, su economía fue una de las más activas de Europa y Rumanía se ha convertido ‘en uno de los destinos más atractivos de los nuevos estados’ para los inversores extranjeros. Ligor fijó en esa tendencia al alza del mercado laboral la creencia en que ‘una operación de retorno no sólo es posible, sino también probable’, aunque ‘a corto y medio plazo, Rumanía seguirá teniendo un gran número de trabajadores en otros países’.

Una imagen que no se ajusta a la realidad

La embajadora de Rumanía, que fijó en unos 600.000 los rumanos registrados en España (unos 5.000 de ellos en Galicia), aseguró que este país es ‘muy buen modelo’ de fomento de integración y destacó la labor de las más de 100 asociaciones de rumanos que se ha constituido. Si bien, reconoció que la imagen generalizada que hay de los rumanos ‘nos preocupa’ porque no se ajusta a la realidad. ‘Los actos de unos pocos no pueden caracterizar a toda la comunidad’, esgrimió, asegurando que del total de los 600.000 rumanos que viven en este país, en prisión hay 2.000. En relación a la emigración ‘de ida’ de los rumanos hacia España indicó que afectó sobre todo a gente del medio rural o de pequeñas ciudades que no encontraban posibilidades de desarrollo en su entorno. Y sobre la emigración ‘de vuelta’ explicó que resulta muy difícil convencer a una familia ya asentada y perfectamente integrada para que regrese a una Rumanía donde empiezan a tener gran peso sectores como la construcción, la informática o la automoción. José Ángel Vázquez Barquero, director xeral de promoción económica del Concello de Ourense, fue el encargado de la presentación de la embajadora de Rumanía antes de la conferencia en el foro.


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