Seis meses de prisión es la pena que aceptó un conductor acusado de desobediencia al no respetar el alto que le dieron agentes de la Policía Local y negarse después a someterse a la prueba de la alcoholemia. La condena incluye una multa de 720 euros y la privación del derecho a conducir durante un año por un delito contra la seguridad del tráfico.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense ha condenado a seis meses de prisión a un conductor por unos hechos ocurridos en enero de 2005. Según la sentencia, Luis Rodríguez conducía ebrio por la avenida de Portugal de la ciudad y golpeó a un coche que estaba aparcado.
Después, el conductor continuó en zig zag y no se detuvo a pesar de que la Policía Local le dio el alto con señales acústicas. Ante la imposibilidad de seguir circulando por el carril, se paró y vio a un agente caminando hacia su coche, momento en el que empezó a circular por la acera, teniendo que apartarse el policía para no ser alcanzado. Finalmente fue interceptado a la altura de la calle Progreso. Fue en ese momento cuando se negó reiteradamente a someterse a la prueba de la alcoholemia.
El fallo, que se produjo después de una conformidad del acusado, consiste en una multa de 720 euros y un año y un día de privación del derecho a conducir vehículos a motor por un delito contra la seguridad del tráfico, a los que suma seis meses de prisión por el delito de desobediencia contra los agentes.
Después, el conductor continuó en zig zag y no se detuvo a pesar de que la Policía Local le dio el alto con señales acústicas. Ante la imposibilidad de seguir circulando por el carril, se paró y vio a un agente caminando hacia su coche, momento en el que empezó a circular por la acera, teniendo que apartarse el policía para no ser alcanzado. Finalmente fue interceptado a la altura de la calle Progreso. Fue en ese momento cuando se negó reiteradamente a someterse a la prueba de la alcoholemia.
El fallo, que se produjo después de una conformidad del acusado, consiste en una multa de 720 euros y un año y un día de privación del derecho a conducir vehículos a motor por un delito contra la seguridad del tráfico, a los que suma seis meses de prisión por el delito de desobediencia contra los agentes.
