El primer envío hacia la central de As Somozas será la próxima semana, según Demetrio Espinosa

La mitad de los lodos de gasóleo vertido por Adif aún estarán un mes en depósitos de Reza

Un operario de la depuradora recoge el gasóleo mezclado con los lodos. (Foto: Daniel Atanes)
Los 50.000 litros de gasóleo que vertió Adif a la red de saneamiento de la ciudad continúan almacenados en balsas y contenedores en la depuradora de Reza, según el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa. El combustible será llevado a la planta de tratamiento de Sogarisa en A Coruña pero el primer envío, 23.000 metros cúbicos de lodos, no saldrán hasta mediados de la próxima semana. El Concello levantará todas las tuberías que llegan desde la Estación-Empalme al alcantarillado para revisarla.
La empresa de tratamiento de residuos contaminantes Sogarisa, ubicada en As Somozas (A Coruña), aún no se hizo cargo de los 50.000 litros de gasóleo que vertió la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a la red de saneamiento de la ciudad. Los trámites para llevar el combustible a la citada planta, según el edil de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, son ‘largos y farragosos. Suelen prolongarse un mes, pero los estamos agilizando para que los recojan lo más pronto posible’, aseguró en sus primeras declaraciones públicas tras conocer el vertido Y, mientras, parte de gasóleo está almacenado en balsas de contención a la espera de mezclarlo con lodos y pasarlo por los filtros de secado e introducirlo en contenedores. Otra parte ya pasó por el sistema de la depuradora y está almacenado en depósitos. El primer envío a la planta de Sogarisa, unos 23.000 metros cúbicos de lodos, podría produccirse a mediados de semana, para continuar enviando una partida todos los días ‘hasta acabar con el problema’, apuntó el edil de Medio Ambiente, que ayer, junto con técnicos municipales, recorrió el río Miño para cerciorarse una vez más, dice, de que el vertido no llegó al cauce, tal y como anunció el miércoles el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez. ‘Los análisis del agua que sale de la depuradora arrojan unos datos que están dentro de los parámetros normales’, apuntó.

Los técnicos inspeccionaron las tuberías por las que discurrió el vertido y, al parecer, no resultaron dañadas, porque la abundante agua lo arrastró. ‘Son unos 68.000 abonados que vierten aguas fecales y el combustible llegó muy diluido’, apuntó Demetrio Espinosa, recordando que los colectores a los que llegó el gasóleo hacía dos meses que habían sido limpiados. ‘Llevaban sin sanear años y si no es por la revisión tendríamos un mayor accidente’, explicó.


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