A día de hoy, el compendio de cifras nos indica que la complejidad del fenómeno se intensifica a medida que se bucea , y que todos los recursos disponibles volcados no son nunca suficientes
Es la peor de las crónicas y la más nefasta de todas las series estadísticas: el abanico de datos y balances asociados a la violencia de género muestra la cara más abyecta de una lacerante y despiadada realidad que golpea de frente en nuestra sociedad de un modo inaudito e incomprensible. Una realidad latente e invisible que emerge, bien de forma abrupta y sin vuelta atrás, o bien a través del estudio pormenorizado de las cifras a asociadas a ella, un retrato infográfico que da cuenta de una complejidad que llama a la más profunda de las reflexiones colectivas. Como punto de partida, cinco mujeres muertas desde hace 12 años.
El aparato legal (Ley Orgánica 1/2004) español la define sin lugar a equívocos como "manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”; expresando además, con claridad, el arreglo al que se refiere: “Comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.” No obstante, pese a tan ostensible y clara definición por parte del estado, la realidad persiste en mostrarnos un rostro desdibujado y una desigualdad que no cesa de labrar brecha y hendir la diferencia.
A día de hoy, el compendio de cifras nos indica que la complejidad del fenómeno se intensifica a medida que se bucea , y que todos los recursos disponibles volcados no son nunca suficientes, pues los números insisten en evidenciar un entramado que discurre y elude en buena medida, al discurso institucional. El próximo día 25, cuando se conmemore el Día Internacional contra la Violencia de Género, habrá sin duda sobrados motivos y argumentos para la reflexión acerca de un problema que precisa de toda la ayuda necesaria con la finalidad de obtener el único triunfo posible: su erradicación definitiva,logrando así que algún día esta página de periódico obtenga un simbólico y esperanzador logro, todas sus estadísticas a cero
