Así eran los SMS que recibía la funcionaria extorsionada

'Necesitamos 6.000 euros para salir fuera de Galicia'

Jiménez Salazar, en una de sus últimas comparencias públicas. (Foto: Xesús Fariñas)
Motivos de índole política fue los que esgrimió la persona que comenzó a extorsionar a una funcionaria del Concello de Ourense y cuya investigación desembocó en la detención del portavoz gitano y trabajador municipal, Raúl Jiménez Salazar (47 años). Pero motivos un tanto peregrinos: ‘Necesitamos 6.000 euros para salir con mi gente fuera de Galicia porque su política es una mierda’. Esto es lo que figura en el primer mensaje, enviado a través de una cabina pública, que recibió la trabajadora social en su móvil.
‘Lea detenidamente este mensaje, esto va en serio. No queremos hacer daño. Necesitamos 6.000 euros para salir con mi gente fuera de Galicia porque su política es una mierda. Por eso estamos reuniendo dinero para salir de Galicia. No sólo eres tú, también alguno de los tuyos’. Este fue el primer mensaje amenazante, enviado a través de la cabina telefónica situada en el número 26 de la calle Nuestra Señora de la Saínza, que recibió Amelia Belmonte, la trabajadora social del Concello de Ourense, y cuya investigación desembocó en la detención y posterior ingreso en prisión de una persona de su máxima confianza con la que había trabajado estrechamente en Servicios Sociales, el portavoz gitano Raúl Jiménez Salazar.

La indicación fue remitida a las 17,21 horas del día 9 de este mes y a ese primer señuelo siguieron al menos cinco más, de los cuales uno incluso llegó al móvil particular del esposo de la funcionaria municipal.

Cabinas diferentes

Según confirmó la investigación cursada por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional, los mensajes no fueron enviados siempre desde la misma cabina ya que, un vez analizados, comprobó que también habían sido remitidos desde una locutorio junto al número 49 de la calle Sierra San Mamede y otro ubicado en el número 17 de Eulogio Gómez Franqueira.

La sucesión de amenazas, que la funcionaria puso en conocimiento de la Policía Nacional, se sucedieron a lo largo de tres días (9, 10 y 11 de agosto). Sin apenas tiempo material para que la víctima hubiera reaccionado a la recepción de esa primera advertencia, cuatro minutos después llegó una segunda: ‘Ya que nos los han dado que sepas que conocemos tus movimientos; hazlo bien por el bien de tu familia porque pueden salir mal parados si vas a la Policía y en ese momento me pasa algo’.

Dieciocho minutos después, llegó un tercer sms, ya desde otra cabina. Con mucho continente y algo más de contenido, se le indicaba en dónde debía dejar el dinero (‘carretera vieja de Ourense a Allariz).

Los mensajes de móvil se reanudaron al día siguiente pero en el teléfono del marido de la víctima y con una vaga localización: ‘Coge la carretera 525 entrando por la Opel dirección Allariz. Encontrará un piedra en el arcén y deposita el dinero detrás del pretil quitamiedos y márchese. Si lo hace bien no tendréis problemas’.

La Policía pactó con las víctimas una entrega controlada pero sin éxito. Según los investigadores, el sms era un tanto impreciso y pudo haber un error en su concreción. Este hecho provocó la reacción airada del presunto autor de las amenazas. En la que sería la última comunicación se pactó el lugar de la entrega del dinero pero con un tono más agresivo: ‘Hija de la gran (...), te doy la última oportunidad; sal de tu casa a las 10,30 horas de la noche dirección Pereiro; antes de llegar a Castadón a la derecha hay un caño de agua, déjalo en la segunda papelera (...)’.

En esa entrega controlada, participó el marido y la policía que depositó el paquete, seguidos muy de cerca por otros siete agentes. Diez minutos después apareció Jiménez Salazar. Al ser detenido, espontáneamente confesó: ‘Unos rumanos me mandaron un mensaje para recoger un paquete’.

REACCIONES

’Su mayor preocupación es ella’

El presunto autor de esos mensajes amenazantes, Raúl Jiménez Salazar, insiste en su inocencia, asegurando que acudió a la carretera de Castadón, junto a la fuente, porque así se lo indicaron dos rumanos que salieron a su encuentro cuando sacaba a pasear a los perros. Según precisaron fuentes cercanas a él, ‘siente una enorme preocupación por Amelia, por la cual sólo siente agradecimiento por todo lo que hizo tanto por él (medió para que consiguiera un empleo en el Concello de Ourense) como por sus hijas (las ayudó a estudiar). Asimismo, según le comunicó a su familia para que transmita al exterior, ‘nadie la va a molestar’.

‘Sólo le pide a esa mujer que crea en su inocencia ya que tratará de demostrar que no tuvo nada que ver’, precisan esas mismas fuentes.

Te puede interesar