La nueva ordenanza de veladores del Concello de Ourense, que se votará en pleno el próximo 1 de septiembre, supondrá un obstáculo para peatones y personas invidentes de la ciudad. El documento recoge en su artículo 9 la posibilidad de colocar terrazas adyacentes a fachadas en aquellos casos en los que “no sea posible” dejar un itinerario peatonal entre mesas y edificios. La medida, que ya produjo discordancias entre el gobierno local y la oposición en 2021, no está avalada por la Comisión Técnica de Accesibilidad de la Xunta de Galicia.
El organismo autonómico respondió al Concello el pasado seis de julio sin emitir un dictamen favorable. En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, le recuerda al gobierno local la normativa autonómica y nacional existente sobre accesibilidad y se reconoce la necesidad de contar con el visto bueno de la propia Comisión Técnica en aquellos casos (como los recogidos en el artículo 9) en los que no se respeta el itinerario peatonal entre terrazas y fachadas. Finalmente, insta al Concello a solicitar un dictamen referido al incumplimiento de la normativa de accesibilidad, para que la Comisión pueda valorar si las alternativas propuestas en la ordenanza son válidas.
Sin embargo, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, dio a conocer en un comunicado este mismo lunes la fecha prevista para la votación de la normativa, pasando por alto la falta de un informe favorable del organismo autonómico. De hecho, el BNG solicitó el 30 de junio la paralización de la normativa hasta conocer el dictamen de la Comisión Técnica, pero no obtuvo respuesta por parte del gobierno municipal.
Denuncia
En abril de 2021, la Comisión Técnica de Accesibilidad no dio su visto bueno al anteproyecto de veladores y notificó al Concello de Ourense la existencia de una denuncia de un particular al identificar “numerosas ilegalidades” en materia de accesibilidad en el texto -redactado por el city manager, Francisco Cacharro-. Jácome convocó entonces una “comisión de veladores” con Cacharro y los portavoces de todos los partidos políticos para valorar los próximos pasos a dar. La oposición puso sobre la mesa la necesidad de volver a solicitar el informe de la Xunta, así como el de la Policía Local y el de los Bomberos, para validar la seguridad del documento. Según pudo saber este periódico, el propio Cacharro reconoció que el dictamen de la Comisión marcaría un punto de inflexión en la redacción de la ordenanza, ya que podría suponer cambios de calado. El PSOE, el PP y el BNG también pidieron que el texto fuese reenviado a diversos colectivos sociales (como hostelería, comercios o vecinos) para que pudiesen valorarlo y proponer al gobierno municipal cambios o mejoras.
Pero el pasado mes de abril, dos años después de recibir la respuesta negativa de la Xunta y todavía sin un dictamen favorable, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, anunció que la nueva ordenanza de veladores seguiría “adelante”. Jácome aseguró entonces que “no era perceptivo” someter la normativa a la valoración de la Administración autonómica, pese a haberlo solicitado ya con anterioridad.
En junio, la junta de gobierno local dio luz verde a la normativa de terrazas, pese a la falta del visto bueno de la Comisión Técnica. De hecho, durante el periodo de alegaciones, el BNG solicitó la paralización del proyecto de veladores mientras la Xunta no se pronunciase. El grupo nacionalista, así como el PSOE municipal, califican de “fuxida para adiante” la decisión de Jácome de someter la ordenanza a votación en el pleno del 1 de septiembre sin contar con el apoyo legal del organismo. De hecho, según ha podido saber este periódico, la normativa cuenta con varias denuncias ante la usurpación del itinerario peatonal accesible por parte de las terrazas hosteleras.
