La lastrada ordenanza de veladores irá al pleno de Ourense

Jorge Gonzalves, en su café O Rosal.
photo_camera Jorge Gonzalves, en su café O Rosal.
El Concello de Ourense da luz verde al texto de la ordenanza de veladores, al que tendrán que acceder los grupos

La junta de gobierno local aprobó ayer el proyecto de Ordenanza municipal reguladora de la instalación y el uso de terrazas de veladores en espacios de uso público del Concello de Ourense. El asunto tendrá que llevarse al primer pleno ordinario del nuevo mandato, que aún no está convocado (aún tiene que celebrarse antes el pleno de organización, donde se aprueban cuestiones como cuántas mociones podrá llevar cada grupo a los plenos). La normativa lleva 20 años sin actualizarse y con varios intentos fallidos de aprobarse. Llegó a darse luz verde a una “miniordenanza exprés” que proponía horarios más restrictivos, pero la regulación hizo aguas por todas partes y casi se limitó a la proliferación de sanciones a hosteleros. Los grupos políticos municipales consultados ayer no habían recibido aún el documento, al que el gobierno local le tendrá que dar acceso para que puedan realizar enmiendas en un plazo de 10 días.

“É un documento máis técnico que político, consensuado con todos os axentes implicados”, subrayan desde el Concello, que citan a empresarios, colectivos sociales y grupos políticos.

Jorge Gonzalves, dueño del café bar O Rosal, en la praza das Mercedes, es uno de los hosteleros afectados por el caos de la inoperativa norma de terrazas. El pasado mes de abril, la justicia le daba la razón: obligó al Concello de Ourense a redistribuir las terrazas de la plaza, tras estimar el recurso presentado por este hostelero al que se le había negado el permiso para veladores por falta de espacio al haber ya dos bares ocupando la plaza. El Concello está obligado a restar metros a los establecimientos aledaños para dar cumplimiento a la sentencia. 

Según traslada ahora Gonzalves, el gobierno local “tiene de plazo hasta el próximo 10 de julio” para darle una solución. Es la fecha en la que se cumplen dos meses desde que la jueza obligaba al Concello a cumplir con el principio consitucional de igualdad: “O todos lo mismo, o ninguno”, explica el dueño de O Rosal. Asegura que espera poner fin a este problema, que arrastran “injustamente” desde hace tres años. Todavía no saben el espacio que les corresponde: “En un principio pedíamos cuatro mesas, pero el abogado solicitó tres. Tampoco sabemos dónde tendríamos que ponerlas, porque en el parque no se puede”.

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