Sucesos

Una testigo desdice al novio de Nerea: se fueron juntos

photo_camera La comisión judicial desplazada comenzó la reconstrucción en el motel Cancún y se dirigió al camino de tierra que Julito dice que no tomó. // Foto: Xesús Fariñas
La comisión judicial en una nueva reconstrucción visitó el lugar donde apareció el cadáver

La comisión judicial regresó esta tarde sobre los pasos de Nerea Añel  (26 años) antes de morir de forma violenta en enero de 2020 en las inmediaciones del motel Cancún, en donde había estado con su novio, Julio González Sierra, investigado por el presunto homicidio de la joven. Esta última falleció por precipitación  al caer al lecho del río dos Muíños (Barbadás).

Barbadás. 12/01/2022. Reconstrucción de los hechos del presunto homicidio de Nerea Añel en el Motel Cancún y las inmediaciones con testigos, policía cientifica, letrados y la jueza que instruye el caso.
Foto: Xesús Fariñas

Reconstrucción del crimen de Nerea Añel. // Xesús Fariñas

Los primeros en llegar fueron los tres testigos que vieron por última vez a la joven a las 20.45 horas del 15 de enero de 2020. Fueron citados para dar su versión en el lugar de los hechos: el taxista que fue a recoger a la pareja en el motel pero no la trasladó a la ciudad al enterarse de que horas antes supuestamente había robado la cartera a un compañero, así como dos empleadas del Cancún. La encargada fue rotunda en esta nueva reconstrucción, ya lo había contado a la Policía, a la hora de refrendar que  presenció cómo Nerea y Julio salieron apuradamente de las instalaciones y tomaron el mismo rumbo, hacia la carretera OU-540 (Ourense-Portugal) pero al llegar tomaron un camino de tierra, a la izquierda, que conduce a los senderos que llevan al río, con un desnivel de hasta 40 metros. A 248 metros fue hallado el cadáver. Él mantiene que no la mató porque cada uno se fue por su lado, alegando que no tomó el camino al que alude la testigo sino que rumbo a la ciudad caminó por las márgenes de la carretera. 

La jueza instructora, acompañada de la fiscal, los abogados -la letrada de la defensa y también hay acusación particular- y la Policía Nacional, se presentó a las cuatro y media (la cita estaba fijada media hora antes), pero aún hubo que aguardar la llegada de los agentes encargados de grabar. No estuvo, sin embargo, el imputado, actualmente en la cárcel de Pereiro aunque no por esta causa. No era necesaria su presencia.

Esta es la segunda reconstrucción porque en la primera no se acercaron al río, en donde apareció el cuerpo  de la joven y cerca del último lugar en el que los sitúan juntos los testigos.

El primer informe de autopsia, aunque habla de muerte violenta por la fractura craneal que presentaba el cadáver, no cierra otras opciones como una caída accidental o incluso el suicidio. A esto se aferraba la defensa para reclamar el archivo del caso o subsidiariamente que el caso no fuese materia de un tribunal popular, el encargado, entre otros, de juzgar los homicidios. Esta última posición también la compartía la fiscalía pero la Audiencia, en un auto reciente, confirmó el auto de la jueza instructora conforme interesaba que las diligencias vayan por jurado (un procedimiento distinto al ordinario).  

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