Ambas son zonas de ocio y ambas acompañan a dos de los lugares preferidos por los ourensanos para disfrutar del tiempo libre.
Los ríos que discurren por la ciudad no se ven libres de basura. Si hace unos días era la zona circundante del Barbaña la que presentaba restos de la actividad ferial, estos días ha podido comprobarse cómo el río Miño tampoco escapa de convertirse en un improvisado vertedero. Y mientras, los que tiran la basura donde mejor les plazca, continúan campando a sus anchas. En el Concello, la edil de Limpieza, Susana Bayo, confirma que el río pertenece a la Confederación Hidrográfica y que, desde su departemento, enviarán una petición al organismo de cuenca en los próximos días para que limpie los restos de la feria y el botellón.