La okupación se disparó en cuatro años y afecta a cerca de 40 viviendas en Ourense

Una imagen del incendio ocurrido en una nave okupada en O Pino el martes por la tarde.
photo_camera Una imagen del incendio ocurrido en una nave okupada en O Pino el martes por la tarde.
En lo que va de año ya se produjeron cuatro incendios de consideración en casas y  edificios  okupados de la ciudad

El fenómeno de la okupación en la provincia creció en los últimos cuatro años, llegando a su cifra máxima del siglo en 2022. En Ourense, actualmente, hay cerca de 40 viviendas okupadas, según la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias. Estas suponen el 10% de los casos en toda Galicia. Sin embargo, es la provincia que menos sufre este delito. Lejos queda de A Coruña, que acapara más del 50% de las que ocurren en toda la comunidad. También de Pontevedra, donde se producen un 24% de las okupaciones. Entre ellas, la del edificio que ardió la madrugada del miércoles en Vigo, dejando cuatro víctimas mortales. Los incendios en estos inmuebles son habituales y ponen en jaque la seguridad de los que entran y de los vecinos colindantes.

La cifra de viviendas, habitadas y no habitadas, de las que se apropiaron personas ajenas a la propiedad fue variando exponencialmente a lo largo de los años. Según los datos del Ministerio de Interior sobre la provincia, los casos se dispararon desde 2019. Si bien entre 2010 y 2018, apenas se okupaban cuatro viviendas al año -y la mayoría de las veces no pasaban de dos-, en 2019 se registraron siete.

Por otra parte, la pandemia no frenó los casos. En 2020, hubo entradas ilegales en siete viviendas no habitadas y una en una casa que sí lo estaba. Peor fue 2021, cuando se okuparon seis viviendas habitadas y ocho no habitadas. Por otra parte, los datos del Ministerio de Interior para 2022, muestran que hasta noviembre hubo 10 entradas en casas ajenas.

Los incendios

Los fuegos en las casas no habitadas por sus propietarios son un problema habitual. De hecho, solo en el último año, en la ciudad se produjeron cuatro incendios de consideración en viviendas o edificios okupados. El último ocurrió este martes en O Pino. Una nave abandonada que estaba habitada por algunos sintecho ardió por completo, dejando enseres y otras pertenencias calcinadas.

Por otra parte, en abril, las llamas devoraban también un edificio en pleno centro, en la calle Reza. Se cree que ocurrió porque las personas que habitaban en la infraestructura se habían dejado una vela encendida. 

Además, en enero ardieron otras dos propiedades. Primero, un portal  de la calle San Francisco que servía de vivienda a un okupa y después, el complejo deportivo del Bamio, donde se instalan transeuntes cada cierto tiempo. 

Las zonas de Ourense

Algunas de las ubicaciones en las que ocurren  las okupaciones son las mismas a lo largo de los años, mientras que otras aparecieron desde la pandemia o más recientemente. Entre las más antiguas están Hernán Cortés, O Polvorín o Covadonga.

Por otra parte, también se encuentran pisos okupados en A Farixa, las avenidas de Zamora y Portugal , A Ponte, O Vinteún, Barrocás, San Francisco o, de forma más problemática, en el barrio de O Couto. Además, entre las más recientes están Celso Emilio Ferreiro y la zona de As Burgas.

Lo que rodea a los casos

La Policía Nacional explica que, aunque en Ourense las okupaciones no son un grave problema, “si lo es lo que las rodea, como los incendios o el consumo de drogas”, señalan. 

De hecho, los escenarios que se dan en la provincia están relacionados con personas en riesgo de exclusión social que recurren a las viviendas vacías para obtener un techo, dadas la carencia de los servicios sociales para dar refugio a estas personas durante más de tres días.

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