La delegación de Cruz Roja en Ourense desplazó a cuatro personas, 19 en el total de Galicia

Ourensanos en Lorca: 'Es tan fiero como lo están pintando'

Una voluntaria de Cruz Roja pone una pulsera a un afectado. (Foto: J.F. MORENO)
'Impresiona ver las grietas en los edificios, las cornisas caídas... Es tan fiero como lo pintan'. José Ramón Robles es una de las cuatro personas de la delegación ourensana de Cruz Roja que se han desplazado hasta Lorca (Murcia) para ayudar a los afectados por los terremotos de la pasada semana. Él y sus compañeros forman parte de los 19 voluntarios de los equipos de respuesta inmediata en emergencias de la organización en Galicia, que desplazó dos todoterrenos, dos vehículos de transporte y una unidad móvil de coordinación.
Aunque llegaron a última hora de la noche del domingo, la labor de los voluntarios comenzó muy temprano ayer y se centró principalmente en la elaboración del censos de las personas que están en los campamentos habilitados para los afectados. 'Revisamos el listado de empradronamiento y vemos si esas personas están viviendo en el campamento para darles una pulsera con un número, que les permitirá acceder a la comida', explica Mónica Fernández, educadora terapéutica de Cruz Roja. Con este tipo de medidas, se pretende evitar la picaresca de que personas ajenas al campamento (y por tanto, no afectadas por el terremoto) tengan acceso a la comida.

La labor de los voluntarios ourensanos se repartía en la mañana de ayer entre las 12 mesas habilitadas para la labor del censo pero iba más allá. 'Las previsiones se van cumpliendo sobre la marcha y el coordinador nos va avisando de lo que tenemos que hacer', explica Natalia Fernández. No en vano, otro de los cometidos de los voluntarios de Cruz Roja es también 'el reparto de mantas y comida, la atención específica, sobre todo a los niños. Hoy (por ayer) retomaron las clases pero los que no estaban escolarizados y las familias tienen que resolver papeleo o ver cómo están sus viviendas, están agrupados en un recinto enfrente de este y los estamos atendiendo', asegura.

Y es que el equipo (con dos expertos en socorros y emergencias y dos personas de apoyo psicosocial) trabaja activamente en las actividades de ocio que se realizan con los menores en el Huerto de la Rueda para detectar su grado de afectación psicológica y poner en marcha iniciativas de recuperación.

Aunque cuentan con experiencia en su campo, José Ramón Robles explica que es la primera vez que atienden directamente a los afectados de una situación como la vivida en Lorca. 'Hicimos cursos pero sobre el terreno nunca lo habíamos hecho. Por un lado, sientes pena por lo que está pasando la gente pero, por el otro, reconforta poder hacer algo para ayudar a los demás'. Ellos ponen su granito de arena para hacer más llevadera la situación 'a la gente que no puede entrar en sus casas por peligro de derrumbes, que está un tanto angustiada'. Mañana, previsiblemente, regresarán de Lorca con la sensación del deber cumplido.

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