El Complexo Hospitalario de Ourense realiza unos 400 diagnósticos de esta enfermedad al año

Los pacientes tardan más de seis meses en acceder a las pruebas de la apnea del sueño

Un paciente se somete al estudio del sueño en la unidad del CHOU. (Foto: Miguel Angel)
Un total de 1.062 pacientes que sufren el síndrome de apnea-hipoapnea del sueño están a tratamiento en la provincia, una enfermedad que es un factor más de riesgo (como el tabaco, la hipertensión y el colesterol) que afecta al 5% de los hombres y al 3% de las mujeres. La unidad del Complexo Hospitalario de Ourense somete cada año a las pruebas de diagnóstico a más de 500 personas, que deben esperar como mínimo seis meses para ser sometidos a este estudio.
El síndrome de apnea (parada respiratoria que dura más de 10 segundos) e hipoapnea (caída del aire que entra a los pulmones) del sueño es una enfermedad que afecta a un cinco por ciento de los hombres, a un tres por ciento de las mujeres y a dos por ciento de los niños. Sin embargo, el diagnóstico y tratamiento de esta patología se reduce a un ocho por ciento de los afectados.

En la Unidad de trastornos del sueño del Complexo Hospitalario de Ourense, un total de 1.062 personas afectadas del síndrome de apnea-hipoapnea están sometidas en la actualidad a tratamiento con CPAP (dispositivo de presión positiva continua en vía aérea) y otras 26 con ventilación mecánica no invasiva, según indicó el responsable de este servicio, Manuel Tumbeiro Nóvoa.

Estudios

Pero esta unidad -que realiza más de 500 estudios anuales del sueño (de los cuales, unos 400 resultan positivos), mediante polisomnografía nocturna (el enfermo acude a dormir al hospital para someterse a la prueba) y a través de poligrafía (el afectado se lleva el aparato a su casa)- tiene una lista de espera que supera los seis meses.

Los pacientes no urgentes sufren una demora de cuatro a seis meses desde que el médico de cabecera les deriva a este ser vicio y son atendidos, así como otros seis meses hasta que son sometidos a las pruebas de diagnóstico.

Según Manuel Tumbeiro, la apnea se produce ’porque la vía área respiratoria alta (tráquea), que se relaja durante el sueño, no deja pasar el aire. Es una patología que se da en personas sanas y que se puede deber a malformaciones’.

El experto señala que el perfil del paciente que sufre esta enfermedad es un hombre de edad media (40-60 años), con sobrepeso. ’En muchas ocasio nes, el propio enfermo ni se entera, sino que es su pareja quien se da cuenta porque tiene ronquidos entrecortados’.

Añade que la apnea y la hipoapnea producen ’microdespertares en el paciente para volver a respirar (se despierta con sensación de ahogo). Esta interrupción fisiológica del sueño hace que éste no sea reparador y que el afectado se levante cansado o con sueño. Como consecuencia, el enfermo padece hipersomnolencia diurna, un malestar que eleva diez veces más las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico’.

Finalmente, asegura que aunque no es causa directa de mortalidad, este síndrome es un factor más de riesgo como el tabaco, la hipertensión y el colesterol, de ahí la importancia del tratamiento.

’Hoy por hoy, no se utilizan medicamentos, sino un mecanismo conocido como CPAP, que es una turbina o generador de aire, que se trasmite por un tubo a la mascarilla que el paciente se coloca en la nariz durante todo el sueño’, explicó el especialista.


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