José Miguel Martínez Campos, el principal sospechoso de haber matado a sus padres en Taboadela en 2009 -un caso que aún se está instruyendo-, recurrirá el fallo del Juzgado de lo Penal 1 que lo condenó a cuatro años y tres meses de cárcel por protagonizar un intento de suicidio delante de un amigo, D.S.N., al que encañonó y maniató con el supuesto pretexto de que no impidiese su muerte.
Así lo confirmó a La Región el abogado del encausado, José Luis Carnicero, quien aseguró que 'la sentencia es recurrible', dado que, según entiende, 'todo está cogido con pinzas y no había prueba suficiente para condenarlo'. Por ello, está ultimando el recurso que presentará dirigido a la Audiencia, en el que alegará 'indefensión' por no haberse admitido como prueba en el juicio 'la reconstrucción de los hechos'. Carnicero incidió en que 'recurriremos todo lo recurrible'.
El fallo del Juzgado de lo Penal número 1 penó al procesado con dos años y tres meses de cárcel por un delito de coacciones, así como con otros dos años de cárcel por otro de tenencia ilícita de armas. Asimismo, por la primera infracción penal, le prohíbe aproximarse durante cinco años a la víctima, D.S.N., a menos de 300 metros de su domicilio o lugar de trabajo, así como comunicarse con él.
La sentencia estima probado que el encausado, de 39 años, se presentó en la casa del perjudicado el 17 de abril de 2009, en el número 6 de la avenida de Portugal de Xinzo.
Tras entablar ambos una conversación, Martínez Campos sacó una pistola, manifestándole a D.S.N. que pretendía suicidarse en la casa de éste y en su presencia. Con el arma en la mano, el acusado consiguió amordazar a la víctima, además de maniatarlo y ponerle una bolsa en la cabeza, para que así el perjudicado no pudiese evitar que se suicidase. La pistola que portaba Martínez Campos, quien carecía de licencia de armas, tenía una bala en la recámara y estaba lista para su uso.
El fallo del Juzgado de lo Penal número 1 penó al procesado con dos años y tres meses de cárcel por un delito de coacciones, así como con otros dos años de cárcel por otro de tenencia ilícita de armas. Asimismo, por la primera infracción penal, le prohíbe aproximarse durante cinco años a la víctima, D.S.N., a menos de 300 metros de su domicilio o lugar de trabajo, así como comunicarse con él.
La sentencia estima probado que el encausado, de 39 años, se presentó en la casa del perjudicado el 17 de abril de 2009, en el número 6 de la avenida de Portugal de Xinzo.
Tras entablar ambos una conversación, Martínez Campos sacó una pistola, manifestándole a D.S.N. que pretendía suicidarse en la casa de éste y en su presencia. Con el arma en la mano, el acusado consiguió amordazar a la víctima, además de maniatarlo y ponerle una bolsa en la cabeza, para que así el perjudicado no pudiese evitar que se suicidase. La pistola que portaba Martínez Campos, quien carecía de licencia de armas, tenía una bala en la recámara y estaba lista para su uso.
