El saldo vegetativo negativo y la crisis reducen la población a 325.352 personas, 10.000 menos que hace cinco años

La pérdida de habitantes se acelera en Ourense, con 4.905 menos en 2012

Ourense volvió a perder población, y la tendencia -que ya se generalizó en España hasta el punto de que el conjunto del país vio reducidos sus habitantes, la primera vez desde 1971- se agudiza en la provincia interior. Según los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Ourense contabilizaba a 1 de enero de este año 325.352 habitantes, exactamente 4.905 menos que un año antes. Pero, además, ya son 18.818 habitantes menos que en el año 1998 y 10.290 menos que hace un lustro.
La sangría poblacional, que no es nueva en la provincia, es fruto, como en España, de un saldo vegetativo negativo -mueren más residentes de los que nacen- ligado, en el caso ourensano, a un fuerte envejecimiento de la población, que acrecienta la tendencia a la baja. Además, se produce también un saldo migratorio negativo en casi todo el país , en este caso consecuencia de la crisis económica, que obliga a marchar a inmigrantes pero también a residentes en busca de un mercado laboral más favorable. En Ourense cabe destacar que se cerró 2012 con un saldo positivo migratorio de 303 personas, claro que insuficiente para contrarrestar el alto número de fallecimientos. Aun así, el balance migratorio hacia o del exterior es negativo, vinieron 137 personas menos de las que marcharon.


PIRÁMIDE DE EDAD

Los últimos datos del INE reflejan también como las mujeres 'ganan' en la pirámide de edad pues, si bien son menos en número hasta los 50 años, alcanzan una mayor esperanza de vida, hasta el punto de que superan en casi 3.000 a los hombres entre los 80 y 84 años. Es una evolución que ahonda también en las causas del envejecimiento y la diferencia entre mortalidad y natalidad.

Así las cosas, los expertos alertan de que la caída es imparable especialmente en provincias de interior no industrializadas como ésta, si no se toman medidas, aunque la evolución económica no ayudará a paliar las tendencias.

El profesor del Campus de Ourense, que fue decano de Humanidades, Xosé Manuel Cid, cree que las cifras reflejan 'a desgraza deste país', donde faltan 'esforzos serios para fixar poboación', especialmente en el medio rural, el más afectado por la caída de habitantes. Sólo si se olvidan los criterios economicistas y se piensa con visión de futuro podrá ser reversible la paulatina pérdida de población.

El director de la Uned en Ourense, el historiador Jesús de Juana, tiene claro que la causa de este retroceso es la población envejecida, que genera un crecimiento vegetativo negativo, algo que sólo puede compensarse con una economía al alza, lo que trae inmigrantes que pueden paliar la criba de la población residente. Pero ahora se ha roto la cadena, 'la evolución económica no compensa el decrecimiento de la población', un ciclo que ya se ha producido, recuerda, en otros momentos de la historia y que muestra como, al final, todo esto significa que la propia población se 'autorregula' ante coyunturas económicas desfavorables.

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