Actualmente hay 292 presos, cifra que está por debajo de la capacidad de la cárcel, en la que llegó a haber 468 en 2009
El número de personas recluidas en el Centro Penitenciario de Pereiro descendió considerablemente en los últimos ocho años, pasando de los 468 internos que había en el 2009 a un total de 292 en la actualidad. Este último dato lo dio a conocer ayer el director del penal, Luis González Crego, que achaca el descenso a que "se está registrando mucha menos actividad delictiva en la provincia".
Así, la población reclusa se sitúa por debajo de la capacidad que tiene la cárcel, inaugurada en 1987 con 350 plazas, que están repartidas en 35.600 metros cuadrados.
El número de reclusos estuvo entre los años 2000 y 2010 por encima de los que podía albergar la prisión, oscilando entre los 400 registrados en el 2001 y los 468 registrados en el 2009. A partir de esta fecha, se experimentó un descenso que curiosamente coincide con la crisis económica. A finales del año 2010 había 411 y un año después 374. "Desde entonces bajamos todos los años y de momento no notamos ningún repunte de ingresos", aseguró el director del penal durante el acto oficial de la fiesta de la Virgen da Merced, patrona de los centros penitenciarios.
Según Luis González Crego, el bajón en el censo de la población reclusa no provocó que Instituciones Penitenciarias redujera el presupuesto, servicios y funcionarios que hay en el penal. "Seguimos con el mismo personal aunque siempre es bueno tener más trabajadores", señaló.
Entre la población reclusa no hay personas cumpliendo pena por terrorismo. La mayoría ingresaron por delitos de tráfico de drogas, violencia de género, robo, asesinato y contra la seguridad vial.
Sistema de seguridad
Los internos no suelen generar conflictos, aunque, según pudo saber este periódico, uno de ellos intentó escaparse sin éxito el pasado mes de agosto. Para impedir nuevas fugas, el penal acaba de renovar la instalación eléctrica, la seguridad perimetral e instalar un circuito cerrado de televisión. Los trabajos se llevaron a cabo con una partida de 2.000.000 euros, que también sirvió para reformar la instalación de tuberías de agua para el consumo humano.
Introducción de droga
Dentro de la seguridad en el penal, González Crego, agradeció ayer durante su intervención ante las autoridades la colaboración de la Unidad Canina de la Guardia Civil para impedir la introducción de sustancias estupefacientes en la cárcel. "Acuden de forma esporádica y revisan con los perros celdas y resto de instancias y suelen encontrar droga escondida", recordó, puntualizando que las sustancias estupefacientes llegan a los presos por diversas vías. "Estamos atentos, pero hay quién logra burlar el control", añadió.
Los presos disponen en la actualidad de varios talleres de rehabilitación de drogas, alcohol e incluso de formación para encontrar trabajo una vez que salgan en libertad. Incluso se pueden ganar un sueldo en los talleres del propio penal y de las empresas de persianas y automoción que se instalaron dentro.
Premios por el compromiso con el penal y la “Muiñeira del Papa"
La cárcel de Pereiro se vistió ayer de gala para recibir a numerosas autoridades, entre la que estuvo el presidente del Parlamento autonómico, Miguel Santalices; el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández; los parlamentarios del PP Ana Belén Vázquez y Miguel Ángel Viso; los senadores Carmen Leyte y Juan Manuel Jiménez Morán, además del juez decano, Leonardo Álvarez; el fiscal jefe, Florentino Delgado, el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro y el obispo Leonardo Lemos, entre otros cargos de la vida política, cultural y de la judicatura. Los actos comenzaron a las 11,00 horas con una misa, en la que participó la población reclusa, que, tras el acto religioso, se fue directamente a sus celdas. Mientras, las autoridades acudían al salón de actos, en el que el director del penal, Luis González y el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, hicieron, en sendos discursos, un alegato a la reinserción e integración de los presos.
En el salón fueron galardonados dos funcionarios Sira Feijóo y Serafín Jardón "por su trayectoria y compromiso, esfuerzo y trabajo en la reinserción de los presos y funcionamiento de las instalaciones". También fue premiado el voluntario de la asociación Fademga Manuel Seoane por "su compromiso y trabajo con los reclusos". La Real Banda de Gaitas puso la nota musical, estrenando en el patio de la prisión la "muiñeira" que compusieron e interpretaran el próximo día 15 en Roma para el papa Francisco.
El próximo lunes, el penal acogerá un concierto musical de la banda A Compañía do Ruído.
