José Antonio Ucha patrulló por la ciudad hasta el año 2002, cuando le llamaron a asumir la responsabilidad de ser el "guardaespaldas" de los alcaldes de Ourense. Ahora se jubiladespués de ser la sombra de cinco regidores durante más de catorce años.
José Antonio Ucha entró en el cuerpo de la Policía Local en la primera legislatura municipal de la democracia. Patrulló por la ciudad hasta el año 2002, cuando le llamaron a asumir la responsabilidad de ser el "guardaespaldas" de los alcaldes de Ourense. Ahora se jubila, después de ser la sombra de cinco regidores durante más de catorce años.
¿Cuando empezó a trabajar?
Empecé a los 14 años con el famoso José Corral Díaz , que años después fue director de la Escuela de Artes y Oficios. Trabajaba con las pinturas, pero me surgió alergia a componentes de estos productos y tuve que dejarlo. En ese verano vinieron unos tíos míos de Barcelona y me ofrecieron ir con ellos, estudiar de noche y trabajar de día. Era el año 1969 cuando me fui. Allí pasé nueve años .
¿Notó mucha diferencia?
Sí. De Barcelona a Ourense había muchos años de diferencia. Cada vez que venía sentía que retrocedía en el tiempo. Recuerdo que la gente me miraba con gesto raro por mi aspecto.
¿Usted con melena?
Sí. Es que yo así como me ves de uniforme, fui muy desenfadado. Cuando vine de Barcelona traje una melena larga. En el pueblo me llamaban "El Cordobés" .
¿Y qué pasó con la melena?
Éramos tres amigos de Ourense y fuimos a la mili en Parga. Llevaba una melena que no imaginas y andábamos de escaqueados hasta que nos mandaron pasar por peluquería y nos dejaron como bombillas. Tenemos una foto que si la ves parecemos el ejército de Pancho Villa. Cuando le enseñé la foto a mis hijos no creían que fuera yo.
¿Era buen bailarín?
Sí. Te sorprendería. Iba a la discoteca 3A, a Long Play y al Café Club. Yo era un discotequero. Bailaba hasta donde el cuerpo aguantara. Venía de Barcelona y allí mi imagen era normal. Aquí me veían muy moderno. La gente le preguntaba a mi padre si no tenía dinero para cortarme el pelo. Vaya risas. También me gustaban mucho las fiestas del pueblo.
¿Cómo llegó a la Policía Local?
En unas vacaciones me enteré de que convocaban oposiciones a la Policía Local y me quedé en Ourense para prepararlas. Fui a la academia Pereira Padilla y al mismo tiempo trabajaba en Ambulancias del Pilar. Entré en la Policía Local en el año 1979 . Fue en la primera legislatura de la democracia. El alcalde era José Luis López Iglesias. Entramos 14 policías.
¿Cómo fue su primer día?
Fue un día muy bonito. Trabajé regulando el tráfico en el cruce de la calle Coruña con la calle Galicia con Varela, un veterano y gran compañero. No teníamos semáforos en la ciudad. Ahora me río, ¡pero aquel día veía venir coches de todos lados!
¿En qué zonas patrullaba?
Patrullaba por Capitán Cortés que ahora es Celso Emilio Ferreiro. También hacíamos zona del parque de San Lázaro y calle Coruña. Regulábamos las entradas a la residencia sanitaria y al polígono de San Cibrao. Había muchos vehículos que se desplazaban por la carretera de la Granja a primera hora de la mañana.
De aquellas había serenos.
Sí. Ellos si veían algún individuo sospechoso merodeando por los portales o mostrando un comportamiento extraño, nos avisaban. Había serenos en la avenida de Buenos Aires, en Paseo, antigua Capitán Eloy... Eran buenos colaboradores y ayudaban a crear un entorno seguro allí donde estaban.
¿Se notaba mucho la cercanía a la gente?
Sí. Trabajábamos por distritos y conocíamos a los comerciantes, las inquietudes de los ciudadanos, si el canalón echaba agua, si hacía falta un punto de luz... Me gusta la proximidad al ciudadano para ayudar y dar seguridad. La policía cercana es lo que desea la ciudadanía. Ahora es más complicado porque los barrios han crecido y con la plantilla actual es imposible cubrir toda la ciudad como entonces. Hace falta personal.
¿Alguna situación memorable?
Recuerdo una ocasión en la que fuimos requeridos porque un vehículo obstaculizaba un garaje y resulta que estaba allí para trasladar a una mujer que iba dar a luz. Nosotros echamos una manta en el coche y cuando llegamos al Santa Cristina el bebé ya estaba prácticamente fuera. Hicimos todo lo que pudimos para ayudar .
¿Con cuantos alcaldes trabajó?
Con Manuel Cabezas, Enrique Nóvoa, Francisco Rodríguez, Agustín Fernández y Jesús Vázquez. Siempre desempeñé mi trabajo donde la Jefatura dispuso y me siento muy agradecido a la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Bomberos,la prensa y los compañeros por hacerme tan fácil el trabajo.
¿Anécdotas de estos años?
Ninguna en particular. Experiencia, gratos recuerdos y sobre todo el haber estado cerca de la gente para poder resolver sus situaciones o problemas.
Ahora que se jubila, ¿qué hará?
Darle a mi mujer y mis hijos todo mi tiempo. Rosa es una mujer adorable. Ahora me dedicaré a ella. En breve viajaremos a Barcelona y luego le tengo preparada una sorpresa. No te digo nada más porque si no, ya dejará de serlo.
